El farmacéutico de 65 años detenido en la barriada de Villegas por abuscar sexualmente de 10 niñas ha aceptado una condena de 9 años y 4 meses de cárcel, al llegar a un acuerdo que le aplica las atenuantes de trastorno mental por el síndrome de Peter Pan que sufre, y de reparación del daño al haber indemnizado a las víctimas.
Fuentes del caso informaron a Efe de que el acuerdo alcanzado por la defensa, el fiscal y la acusación particular incluye nueve delitos de abuso sexual, con una pena de un año de cárcel por cada uno, y otro de corrupción de menores penado con cuatro meses.
El acuerdo, que rebaja el total de 27,5 años de cárcel que pedía la Fiscalía en su primera calificación, suspenderá el juicio que estaba previsto para el martes en el juzgado de lo Penal 6, que ayer desconvocó a las niñas citadas como testigos y a los peritos.
El acuerdo alcanzado precisa que cada una de las menores ha sido indemnizada y por lo tanto retira las acciones penales, aunque no concreta si la indemnización llega a los 15.000 euros que pedía el fiscal para cada menor o a los 30.000 que solicitó la acusación particular, que fue ejercida solamente por los padres de una de ellas.
El acuerdo se basa en la aplicación de la atenuante de trastorno mental por el informe aportado por dos peritos que examinaron al acusado y que le diagnosticaron el síndrome de Peter Pan o negativa a hacerse adulto, una dolencia que provoca inmadurez y suele ir acompañada de disfunciones sexuales.
Según el principio de cumplimiento del triple de la máxima condena individual impuesta, el acusado J.M.C.D. sólo pasaría tres años en la cárcel, pena que empezó a cumplir de forma preventiva desde su detención en mayo de 2007, por lo que le restan dos años y medio.
El farmacéutico está acusado de captar a menores de entre 13 y 15 años desde su farmacia de la barriada Villegas para realizarles tocamientos o hacerles fotografías en poses eróticas a cambio de dinero, productos de belleza de su farmacia, ropa, recargas para el móvil e invitaciones a comer en restaurantes de lujo.
El hombre se aprovechaba presuntamente de su alto poder adquisitivo y de su superioridad social sobre las menores, procedentes del Polígono Norte, por lo que la Fiscalía le aplicó la agravante de prevalimiento.
A una de las menores llegó a pagarle un tratamiento de ortodoncia, a otras dos les regaló una moto y una de las jóvenes aseguró al juez que en total recibió regalos por importe de 6.000 euros.
