Economía

Altadis recortará un 80% la plantilla de su planta en Cádiz

La industria andaluza recibió un nuevo varapalo, tras el anuncio de reestructuración de Altadis por parte de Imperial Tobacco. Traducido, cierre de la planta de Alicante y recorte de la plantilla en Cádiz, que pasará de los 300 a los 65 trabajadores.

el 15 sep 2009 / 06:37 h.

La industria andaluza recibió un nuevo varapalo, tras el anuncio de reestructuración de Altadis por parte de Imperial Tobacco. Traducido, cierre de la planta de Alicante y recorte de la plantilla en Cádiz, que pasará de los 300 a los 65 trabajadores.

Imperial Tobacco presentado ayer su plan de reestructuración e integración de Altadis, que pasa en España por el cierre de la planta de Alicante y el recorte de la plantilla en 830 trabajadores de los 6.700 que la conforman, una medida rechazada y calificada de "durísima" por los sindicatos.

El proyecto de reestructuración, con un coste de 600 millones de euros, propone el cierre de seis de sus 58 fábricas (una en España, el Reino Unido, Alemania y Eslovaquia, y dos en Francia), así como la reducción de la plantilla -ahora de 40.000 personas- en 2.440 empleos.

Una de las plantas castigadas por el ajuste de plantilla será la de Cádiz, aún más si se tiene en cuenta que muchos de los trabajadores perjudicados por el cierre de la fábrica de Sevilla, que se produjo de forma definitiva el pasado diciembre, fueron destinados a la provincia gaditana.

La reducción en casi un 80% de la plantilla de la tabaquera de Cádiz ha supuesto un nuevo varapalo para el tejido industrial de la Bahía que está intentando recomponerse con planes de la Junta y el Gobierno para favorecer el empleo. La plantilla, de 300 empleados, se verá reducida a 65 trabajadores, que son los supervivientes de sucesivos expedientes de regulación de empleo. "Nos habíamos puesto en lo peor. La OPA de Imperial Tobacco ha sido un parto doloroso", afirmó Manuel Pérez, miembro del comité de empresa.

Por este motivo, los trabajadores aseguran que no han recibido esta noticia con sorpresa pero si con el temor de que este plan de restructuración suponga el cierre definitivo de una fábrica que en sus mejores tiempos llegó a dar empleo a 1.200 personas. "Es sólo un paso más en la agonía que estamos sufriendo en Cádiz, donde estamos viendo que no apuestan por el potencial industrial y nos tememos que el fin de esta agonía sea la desaparición completa de la fábrica", señaló.

Los primeros pasos de los representantes sindicales estarán orientados a analizar esta reconversión y al inicio de una negociación con la dirección de la empresa para conseguir que los trabajadores superen este trance de la mejor forma posible. "Vamos a luchar para llegar a un acuerdo para que el impacto sea el mínimo", aseguró.

El consejero de Innovación, Francisco Vallejo, aseguró ayer que "no existe justificación" para la aplicación de esta medida ni en las cuenta ni en la actividad de la compañía. "No parece muy de recibo comprar la empresa para al día siguiente intentar despedir a la mayoría de la plantilla", añadió.

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