Sin perder la oportunidad de compararse una vez más con el candidato demócrata en EEUU Barack Obama, el líder andalucista, Julián Álvarez, confesó ayer que tiene otro espejo donde mirarse. Ése es Luis Carlos Rejón, ex coordinador regional de IU que abandonó el partido por discrepancias con la federación. El candidato de Coalición Andalucista fue muy claro: "Pienso coger el testigo que dejó libre hace unos años". El ex dirigente de IU fue el encargado de presentar la conferencia que pronunció Álvarez en el Foro Antares, y el nacionalista sólo tuvo elogios para su invitado. Hizo suyas las reflexiones de Rejón durante su etapa en activo. "Él dijo a los andaluces que en el bipartidismo no estaba la respuesta y que sólo una opción de izquierdas abierta puede movilizar al pueblo".
"Si le hubieran dejado más tiempo, si su partido hegemónico no hubiera dado al traste con la ilusión de los independientes, la opción de Rejón sería mayoritaria" en la comunidad, aseguró. El heredero de esos ideales es, a su juicio, Coalición Andalucista, "la única gran alternativa" para el cambio de gobierno. Sus opciones para serlo están "avaladas" por el mayor "esfuerzo que se ha hecho en la historia" para aglutinar a partidos andaluces. El CA aspira a lograr el resultado que las 15 organizaciones adheridas obtuvieron por separado en las pasadas elecciones autonómicas. "Conseguiríamos el 8,43% de los votos", pronosticó Álvarez.
Futura refundación. El dirigente nacionalista insistió en que la unión -realizada a última hora- no sólo es electoral, sino que dará paso a un nuevo partido, que dependerá del próximo congreso del PA y de la convención que celebrará con el PSA, la rama disidente que creó Pedro Pacheco.
Julián Álvarez se desvinculó de la estrategia de sus rivales, "que han centrado la campaña en ofrecer ventajas como en la época de saldos". Frente a eso, propone un proyecto de unidad de los andaluces y de convergencia de la comunidad con España y Europa. Además, explicó que los intereses económicos de Andalucía dependen del pago de la deuda histórica y de que el nuevo sistema de financiación sea multilateral y pactado en el seno del Consejo de Política Fiscal.
