Iba de casa en casa haciendo encuestas y por poco no recibe un disparo en la cabeza. Un vecino de Las Cabezas de San Juan de 56 años, identificado con las iniciales M.T.R., fue identificado por los agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Lebrija por un presunto delito de amenazas de muerte con arma de fuego a un encuestador del Instituto Nacional de Estadística (INE), que trabajaba en la comarca.
Los hechos sucedieron a las 20.30 horas del pasado 16 de abril, cuando se personó en la jefatura de la Policía Local de Las Cabezas de San Juan un hombre, que se identificó como empleado del INE y que quería presentar una denuncia por amenazas de muerte.
Según relató el denunciante, él se presentó en una vivienda de la calle Cáceres con la idea de encuestar a las personas que habitaban en ella. Llamó al portero automático, se identificó y, acto seguido, le abrieron la puerta. El propietario del inmueble le dijo que esperara en la entrada de la vivienda y, al poco tiempo, abrió la puerta portando dos armas de cacería y se dirigió a él en actitud amenazante, según consta en la denuncia. Con las armas de fuego en alto, dieron supuestamente comienzo las amenazas al encuestador. "Vete de aquí y no vuelvas más, o si no te voy a pegar un tiro en la cabeza", manifestó el individuo, que ha sido imputado, según se recoge del testimonio del profesional del INE. Tras lo dicho, el trabajador salió corriendo de la vivienda y, seguidamente, puso la denuncia ante la Policía Local.
Del esclarecimiento de los hechos se hizo cargo la Unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Lebrija, que recabó todo tipo de pruebas y realizó las entrevistas pertinentes. El vecino de Las Cabezas de San Juan negó parcialmente los hechos. Eso sí, reconoció que llegó a pronunciar tales amenazas de muerte, aunque se defendió diciendo que no era por nada en contra del encuestador, sino por el temor a que le llegaran a robar en su vivienda. Ese extremo también fue recalcado por la Policía Local que, a tenor de lo acontecido, considera que todo "fue fruto de un malentendido".
Sin embargo, no es tan tajante la Guardia Civil que, tras tomar nota de las declaraciones de los implicados y los testigos, decidió identificar a M.T.R. como presunto autor de los hechos. Éste se encuentra ahora en calidad de imputado por un supuesto delito de amenazas con armas de fuego.
Los agentes continuaron sus pesquisas y, valorando la existencia de un posible riesgo, procedieron también a la incautación de las dos armas de fuego. Una de ellas se trataba de una carabina del calibre 22 y la otra era una escopeta de calibre 12. Las dos armas de fuego, que el imputado tiene para la caza, fueron depositadas en Intervención de Armas hasta que se esclarezca lo acontecido.
