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Amenes

Un cuidado paliativo, para muchos católicos, es también la ayuda espiritual de un sacerdote. Por ello, puede entenderse que en los hospitales públicos o concertados existan capillas. Bien es cierto que deberían tener equivalentes espacios y facilidades consejeros de otras religiones.

el 15 sep 2009 / 03:52 h.

Un cuidado paliativo, para muchos católicos, es también la ayuda espiritual de un sacerdote. Por ello, puede entenderse que en los hospitales públicos o concertados existan capillas. Bien es cierto que deberían tener equivalentes espacios y facilidades consejeros de otras religiones. Lo que es inaceptable es que los curas, por el hecho de serlo, formen parte de los Comités Éticos que estudian los casos de mayor conflicto entre la ciencia y la ética, entre la vida y la muerte. La alerta la levantó la SER al informar sobre un acuerdo entre la Comunidad de Madrid y el arzobispado, por el que se consolida la influencia confesional en estos órganos que son, a todas luces, laicos. Además, en otras comunidades hay sacerdotes en estos comités, al parecer, como expertos en ética o derecho. Pero, ¿opinan como expertos o como curas, han superado los mismos exámenes que los demás? Lo que pasa es que lo que en Madrid es descaro, en casi todo el país es un "amén" consentidor.

De nuevo estamos ante el largo brazo de la moral y la jerarquía católica en la vida civil española, ahora en el sistema sanitario. En los Comités se puede "vigilar" a los profesionales. Algunos ya han sido perseguidos, juzgados y absueltos, por dar cuidados paliativos legales a enfermos terminales, lo que molestó a grupos ultraconservadores y al Gobierno de Aguirre. De este modo, la opinión de la Iglesia puede afectarnos a todos, e influir en situaciones críticas de nuestra vida, sin que se le haya autorizado. Con independencia de las buenas intenciones de cada sacerdote, la situación es insostenible y daña el espíritu constitucional.

Periodista

opinion@correoandalucia.es

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