Economía

Antes muertos que engordados

Castraciones masivas de sementales, hembras de cría e incluso preñadas que se envían a mataderos y sacrificio de lechones recién nacidos. Son prácticas que las pequeñas explotaciones de porcino ibérico están ejecutando debido a la caída de precios y el encarecimiento de los piensos. Foto: Pepo Herrera.

el 15 sep 2009 / 04:38 h.

Castraciones masivas de sementales, hembras de cría e incluso preñadas que se envían a mataderos y sacrificio de lechones recién nacidos. Son prácticas que las pequeñas explotaciones de porcino ibérico están ejecutando -a veces, sin tener en cuenta la norma de bienestar animal- debido a la caída de precios y el encarecimiento de los piensos.

En las zonas productoras de porcino ibérico -ahí mismo, por la Sierra Norte de Sevilla- la bajada de precios de los animales y el constante encarecimiento de los piensos están desempolvando prácticas entre los pequeños ganaderos que, ante la pujanza del sector en los últimos años, habían quedado en el olvido: cerdas destinadas a criar que se desvían antes de tiempo al matadero, incluso estando preñadas, castraciones masivas de cerdos, extirpación de los órganos reproductores a las hembras y, el caso más extremo, matar a las crías tras los partos.

"Antes muertos que engordarlos". Lo dicen fuentes de una organización agraria, que ni su nombre ni el de ésta quiere revelar "porque es un tema delicado". "Simplemente constato lo que está pasando en los pueblos, un runrún [el de esas matanzas de crías] que no sólo se da aquí, sino también en Extremadura".

La castración es legal, sólo hay que realizarla conforme a la normativa de bienestar animal -la indicación más importante, no ejecutarla a sangre fría, sino anestesiando al cerdo-, so pena de que al ganadero, si es pillado, le sean penalizadas (rebajadas) e incluso retiradas, en el caso de gravedad y reincidencia, las ayudas europeas que reciba el conjunto de su explotación. En cambio, sacrificar lechones recién nacidos en el campo sí está prohibido.

"Si tuviéramos constancia de eso, sería una aberración y, por supuesto, la administración actuaría porque hay que cumplir [la normativa de bienestar animal]. A la Consejería de Agricultura no ha llegado ningún aviso de este tipo y de nadie", según asegura a este periódico Judith Anda, directora general de la Producción Agrícola y Ganadera.

"Hay seguros de retirada de animales muertos en la explotación, y los camioneros no preguntan de qué ha muerto tal o cual cerdo, sea grande, sea pequeño", señala la fuente agraria. Pero en la Empresa Pública de Desarrollo Agrario y Pesquero (DAP), adscrita a la Consejería dirigida por Martín Soler y encargada de llevar esos cadáveres a las incineradoras, tampoco hay constancia de nada. Vayamos al matadero.

Uno de los principales empresarios andaluces de cerdo ibérico comenta, por su parte, que a la industria están llegando animales antes de tiempo e incluso hembras de cría y preñadas, y lo atribuye a la "desesperación" de los pequeños ganaderos, los tradicionales de las dehesas, que soportan, a la vez, el "fuerte encarecimiento de los piensos" y la "severa caída" del precio que cobran de los corredores o de los mataderos.

Esta depreciación, argumenta, está desencadenada por la competencia de los "cerdos de hormigón", es decir, de las granjas intensivas con porcino de cebo (la mitad de sangre ibérica, pero alimentado, en Andalucía, Galicia, Cataluña e incluso en Baleares, exclusivamente con piensos y sin oler en su vida la bellota). "Por tanto, no me extraña que se realicen esas prácticas, pues no resulta rentable engordarlos", agrega el empresario, quien matiza que, si bien desprenderse de las crías es comidilla en el sector, él tampoco tiene constancia.

Tras hablar con las oficinas comarcales agrarias, Judith Anda concreta que, en efecto, sí van a mataderos cerdos jóvenes y hembras de cría, "que se pagan más baratas, y punto", e insiste en que si llegara a su departamento "algún aviso de alguien" del sacrificio de lechones recién nacidos, "pues actuaríamos".'

"Vaticino que durante todo 2008, el precio del cerdo ibérico estará bajo y está ya arrastrando al de recebo [el que obligatoriamente ha de pasar por la montanera] y al de bellota", sentencia el empresario cárnico.

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