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Anulado el curso puente para los suspendidos en Bachillerato

El Tribunal Supremo ha anulado el sistema de evaluación y promoción del nuevo Bachillerato con el que se buscaba rebajar la tasa de repetidores, que en Andalucía supera el 43%. Un curso puente que permitía a los alumnos compaginar materias suspensas de 1º con otras de 2º, en vez de repetir el año entero.

el 15 sep 2009 / 23:49 h.

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El Tribunal Supremo ha anulado el sistema de evaluación y promoción del nuevo Bachillerato con el que se buscaba rebajar la tasa de repetidores, que en Andalucía supera el 43%. Un curso puente que permitía a los alumnos compaginar materias suspensas de 1º con otras de 2º, en vez de repetir el año entero. La sentencia dice que eso es contrario a la LOE.

El Ministerio de Educación diseñó un Bachillerato más flexible que entró en vigor este curso, y que presentaba una estructura más parecida a la Universidad que a la Secundaria. El alumno que suspendía tres o cuatro materias el primer año podía decidir o bien repetir curso o bien matricularse de las asignaturas suspensas de 1º y dos o tres de 2º. Esta opción obligaba a reorganizar el Bachillerato en tres cursos, en lugar de dos. Era una propuesta innovadora que buscaba desatascar el Bachillerato, que sufría "las más altas tasas de fracaso escolar", según la Abogacía del Estado. El problema es que esos cambios normativos debieron incluirse en la Ley Orgánica de Educación (LOE), que se aprobó en 2006 con una ministra, pero se incluyeron en el Real Decreto de Bachillerato de 2007, con una ministra nueva, que venía del mundo universitario y traía consigo una estructura más flexible donde el alumno tuviera más qué decir. La propuesta de Mercedes Cabrera se ha estrellado contra el muro del Tribunal Supremo, al que no le ha costado mucho encontrar contradicciones entre el reglamento del Bachillerato y la LOE.

La sección cuarta de la Sala de lo Contencioso del Supremo anunció ayer que había admitido el recurso interpuesto por la patronal de colegios concertados -Federación Española de Religiosos de Enseñanza católica (FERE)- contra el nuevo Bachillerato. Los magistrados declararon "nulo y sin efecto" un apartado en concreto, el segundo del artículo 14 que habla de la "permanencia de un año más en el mismo curso", el llamado curso puente. El fallo concluye que el Ministerio de Educación se extralimitó en el diseño del Bachillerato, porque su plan para revertir el fracaso escolar no tenía ningún asidero legal en la LOE. De hecho, "resulta contrario a las normas generales", dice la sentencia.

Los jueces lo han paralizado cuando el curso ya va por la mitad, pero justo antes de que llegue la evaluación final, en septiembre, de manera que ningún alumno se verá afectado directamente. Ninguno tendrá que volver atrás y repetir, porque la decisión judicial ha llegado antes de que los primeros alumnos del nuevo Bachillerato terminen el primer año.

Fuentes del ministerio aseguraron ayer que "acatarán la sentencia", pero buscarán "una alternativa antes de que acabe el curso para mantener la misma flexibilidad que hay en la Universidad y en la FP superior. Cabrera incidió en la misma idea, ayer, durante su comparecencia en el Senado.

Más costoso. No es la primera vez que la administración educativa y la patronal de colegios católicos se enfrentan en los tribunales, aunque en esta ocasión no ha sido por discrepancias ideológicas, sino por una cuestión de dinero. La FERE consideraba que el nuevo modelo de Bachillerato les obligaba a hacer una reorganización de grupos "más costosa", ya que "altera la autorización y capacidad de los centros de Bachillerato (...) afectando a la configuración de los centros privados".

Pero, el Supremo no ha entrado en este argumento, y se ha centrado en los defectos de forma en la implantación del Bachillerato. Los argumentos de la patronal católica se basan en la defensa de la idea de promoción -pasar de curso- "un concepto consolidado desde hace más de 50 años". Su principal baza era demostrar que el curso puente difumina esa idea de promoción, y para ello se apoya en una orden de enseñanza oficial de 1957 y en la Ley General de Educación, de 1970.

De ambas leyes se desprenden dos reglas que hacen imposible el curso puente por incongruencias con la legislación educativa: pasar de curso implica matricularse de todas las asignaturas del siguiente, y matricularse de materias sueltas sólo es posible cuanto éstas se han suspendido previamente. La patronal católica interpretó que, en la práctica, el curso intermedio suponía admitir una "promoción encubierta"·.

Abandonar o seguir. La sentencia frustra el intento del ministerio de evitar que los profesores abusen de hacer repetir a sus alumnos. La OCDE ya advirtió a España de que era uno de los países que más repetidores tenía. En la misma época, la Consejería de Educación andaluza había recibido los mediocres resultados de las primeras pruebas de diagnóstico, que evaluaban el rendimiento en Primaria y ESO. En su informe final, dirigido a los colegios, también se instó a los profesores a evitar "hacer repetir a los alumnos", porque el resultado era "contraproducente", y en vez de mejorar sus calificaciones, le hacía desesperarse y abandonar. El primer curso de Bachillerato es la bestia negra del sistema escolar, no sólo en Andalucía. El 43% de los andaluces repite ese año, y el 37% abandona los estudios y busca un trabajo.

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