Cultura

Aquellos maravillosos años

El muy inquieto ciclo Cita con las Músicas propone hoy y mañana dos noches a ritmo de swing. El grupo sevillano O Sister! resucitará el ritmo más popular de Estados Unidos.

el 16 oct 2013 / 22:30 h.

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sister O Sister!

¿Es el swing el hermano pequeño del jazz?, ¿es el jazz el culpable de haber empequeñecido al swing?, ¿a qué viene esto del swing? El ciclo Cita con las Músicas, empeñado en reivindicar muchos sones diferentes en una ciudad en la que últimamente se reivindica bien poco, abre hoy y mañana (21.00 horas, entradas, 10 euros) el escenario de la Sala Chicarreros de la Fundación Cajasol al swing. Puro revival de los años 20. El grupo O Sister! será el encargado de marcar el ritmo y, ¡oh cielos!, no ha habido que ir a Nueva Orleans para importar un souvenir sonoro. Helena, Paula, Matías, Ángel y Marcos (Padilla) son los inequívocamente españoles –sevillanos, a más señas– integrantes de una formación que aspira a recuperar ese espíritu del jazz más popular, reivindicando de paso la aportación de las mujeres que formaron parte del swing y el dixie de los años 20 y 30.

O Sister!, que estuvo presente el pasado verano en las Noches en los Jardines del Alcázar, regresan ahora con capota, sin aire libre y con más músicos. “Serán dos conciertos bastante diferentes porque volvemos el sexteto completo con nuestra sección rítmica incluida. Además, para estos recitales contaremos con la colaboración de Ángel Andrés Muñoz al piano, un músico fabuloso con el que colaboramos durante tres noches en la sala Clamores de Madrid”, explica Marcos Padilla.

Otro punto a favor que ha de convencerles para pasar por taquilla es la sala, “Chicarreros es un teatro pequeñito con un ambiente bastante ‘viejuno’ que nos puede ir muy bien”, dice el vocalista, convencido de la pegada que, en la distancia corta, tiene una banda como la suya. Porque O Sister!, en un corto espacio de tiempo, se ha convertido en una banda de culto... ¿de culto?“Eso parece que somos, sin pretenderlo”, dirá el cantante. “Porque –explica– el swing históricamente en los años 30 era todo un fenómeno de masas en Norteamérica y Europa. Pero es cierto que nos ha sorprendido desde el primer momento la buena acogida que ha recibido este proyecto, en principio, pequeño. Hacer dos días en una ciudad comoSevilla con casi todo vendido es un síntoma de que la gente tiene ganas de swing y eso nos hace muy felices”.

Películas como la oscarizada The Artist han azuzado el gusto por lo vintage, y los años 20 resulta ser una época cuyas fragancias lo mismo enamoran a nostálgicos irredentos, coleccionistas de postales de Harold Lloyd, popies en busca de inspiración para el diseño de nuevas chapas o melómanos de vinilos y gramolas. “Para los más jóvenes escuchar la música de la depresión del 29 resulta algo totalmente novedoso y cercano al mismo tiempo”, confiesa Padilla, sabedor de que con el buen rollo que insufla el swing tienen, de antemano, más de media platea vendida al momento.

Además, la perspectiva de tener dos discos –Crazy People (2009), Shout, Sister! (2012)– les otorga un marchamo de autoridad. “No planteamos el recorrido del grupo en términos de mercado”, aseguran. Por eso su mano está tendida a que de debajo de las piedras aparezca competencia que de vida a un movimiento que, ya puestos, no sólo tuvo su reflejo en la música, también en el baile, la moda... “la estética, en definitiva”, algo que sus componentes miman hasta el detalle en sus presentaciones. “Es parte de nuestra personalidad como grupo: el vestuario, los peinados, la posibilidad de crear un ambiente adecuado en escena son elementos accesorios que facilitan mucho la interpretación”, reconocen.

Van Moustache y Jazz de Marras son otras dos bandas sevillanas que siguen la senda de O Sister!, y ellos le dieron su lugar en el 1º Festival Sevilla Swing que se celebró el pasado abril. Convencidos de que como se les descubre es, antes que en disco, en el puro directo, Marcos Padilla cree que, quienes se acerquen por primera o enésima vez a los conciertos, “escucharán un repertorio fascinante y poco conocido, como el que hacían grupos como los históricos The Boswell Sisters”.

Vitales, enérgicos y, hasta cierto punto, imprevisibles, O Sister! es otra cosa, y eso mismo les erige en merecedores de la atención del catador de soniquetes un poco a contramano. En tiempos, la mismísima Ella Fitzgerald cayó rendida a los encantos del swing. Y en estas dos noches habrá sugerencias sonoras para contentar al más conspicuo paladín con versiones muy personales de temas ya clásicos como Puttin´ on the Ritz, Anything Goes o el delicado Dream little dream of me. Podría recurrir a la Wikipedia y, en unos minutos, conocer la vida y milagros del movimiento swing pero, crean lo que estas líneas le cantan:It’s better to go to the concert.

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