El último auto de la jueza Mercedes Alaya, que instruye el caso del supuesto fraude en los expedientes de regulación de empleo (ERE), ha vuelto a tensar las relaciones entre el Gobierno andaluz y la oposición. El presidente del PP-A, Javier Arenas, centró ayer parte de un mitin en Málaga en usar el caso ERE para atacar a la Junta y al presidente José Antonio Griñán.
Arenas anunció que el PP presentará una proposición no de ley en el Parlamento para solicitar que "todo lo que se recupere de la malversación de los ERE se destine a un fondo de emergencia social", en concreto para parados y familias sin ingresos. El presidente popular usó el caso de los falsos prejubilados pagados con fondos públicos para atacar al presidente José Antonio Griñán, a quien augura la dimisión a consecuencia de la supuesta trama.
La consejera de Presidencia, Mar Moreno, afeó ayer al líder de la oposición que "intente manchar la honestidad" del presidente de la Junta "porque tiene miedo a perder y a que lo jubilen de la política en primavera". "Arenas no gana a Griñán ni en ideas, ni en rigor, ni en preparación, ni en argumentos", dijo, sólo le gana "en insultos, insidias y mentiras". Moreno confirmó que desde la Junta se realizará para el juzgado "cuanta información sea precisa para la instrucción", trabajando "desde la colaboración, no desde la preocupación". Pero la consejera insistió en que el caso ERE cada vez cierra más el cerco sobre un departamento concreto de Empleo, y no salpica al resto de consejerías.
