El marfileño Arouna Koné fue el encargado de atender a la prensa en el entrenamiento posterior al choque ante el Valencia. El atacante reconoció que la derrota fue justa y que el equipo mostró una imagen deficiente en Mestalla, alimentada por el excesivo conservadurismo del técnico.
"El partido fue muy difícil, el campo estaba muy mal, pero sólo es el primer encuentro, quedan 37 y hay que mejorar en los partidos que quedan", comentó el internacional marfileño que, esta vez, no ha sido convocado por la selección de su país para el choque ante Burkina Faso.
Siguiendo con el análisis del partido del domingo, Koné también considera clave la segunda amarilla que se le mostró a Kanouté. "Fue difícil por la expulsión de Freddy, algo que complicó el resto del partido. Estaba muy enfadado porque para él no había falta y ha recibido una roja que ha cambiado todo el partido, sin su expulsión habría sido muy atractivo", dijo. Además, cree que hay que seguir trabajando para mejorar las prestaciones del equipo. "Hay que entrenar mucho para mejorar lo que ha fallado en Valencia. La semana que viene hay que ganarle al Zaragoza para intentar hacer una buena temporada como el año pasado", comentó Koné.
Pero las declaraciones más llamativas del delantero africano llegaron al comentar lo que Manolo Jiménez dijo a sus futbolistas antes de que empezara el encuentro. "El entrenador dijo que cuando el Valencia tuviera el balón todo el mundo tenía que ir un poquito hacia atrás. Es el sistema del entrenador, y ahora hay que intentar mejorar lo que ha fallado y ganar el próximo partido".
Por último, afirmó que se encuentra bien físicamente y que prefiere jugar detrás del delantero. "Mi posición está un poquito atrás del punta, es mi puesto preferido. Ahí soy muy peligroso por mi velocidad y mi físico", concretó el marfileño.
