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Arrebato violento contra los abogados

La segunda jornada del juicio contra el Cuco la marcó un aumento de la agresividad del público concentrado ante la Audiencia: un grupo de exaltados lanzó naranjas e insultó al abogado del hermano de Miguel.

el 26 ene 2011 / 20:14 h.

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El padre de Marta -que pidió calma a los manifestantes- con su suegro y abuelo de la chica.
Unos ánimos más caldeados de lo razonable, que sobrepasaron la ya cuestionable línea del insulto para llegar a la agresión, marcaron ayer la jornada ante la Audiencia de Sevilla, donde se celebra el juicio contra el Cuco por matar a Marta del Castillo. Un grupo de una veintena de exaltados la tomó con los abogados de los imputados, insultándolos y llegando a zarandear y a lanzar naranjas a José Manuel Carrión, letrado de Javier Delgado, hermano del principal inculpado en el crimen, Miguel Carcaño. "¡Judas, que eres un Judas que te vendes por 30 monedas, no deberías defender a un asesino! ¡Si fuera tu hija no lo harías!", llegaron a decirle, negando a los imputados el más elemental derecho de defensa. La Policía Nacional, que había establecido un importante cordón de seguridad en torno a la Audiencia para evitar que ninguna persona no autorizada accediese al edificio, no hizo nada para protegerlo de la marabunta, que lo persiguió durante decenas de metros hasta que logró refugio en un patrullero de la Policía Local con el que se encontró por casualidad. Antes había tratado de coger un taxi, sin éxito, al impedírselo el grupo de agresores. Tampoco intercedió la Guardia Civil, que custodia las instalaciones. Los insultos se lanzaron tan sin ton ni son que llegaron a recaer sobre el abogado de la familia de Marta, al que tras soltarle algún improperio, informados por la prensa sobre quién era, le lanzaron gritos de ánimo. También se oyó a gente que primero insultaba y luego preguntaba: "¿Y ése quién era?". Quien manejó mejor la situación fue el abogado del Cuco, pese a ser el protagonista de la jornada, ya que al ver el percal se refugió en el edificio de los juzgados, colindante con la Audiencia, a tiempo de evitar que se le echaran encima. Tampoco fue interceptada la abogada de Miguel, que salió del edificio sin que nadie se percatara. El decano de los abogados, José Joaquín Gallardo, calificó ayer de "vergonzoso y vergonzante espectáculo" el vivido a las puertas de la Audiencia. "Es sumamente lamentable y da una imagen tercermundista de Sevilla ante la opinión pública nacional", se lamentó el decano, que recordó que los abogados son "profesionales que están realizando su trabajo". Por eso, reclamó que "de una vez por todas se prohíban las concentraciones junto a la sede judicial, porque no se puede estar impartiendo Justicia en medio de presiones de ningún tipo, ni políticas, ni vecinales, ni de ningún tipo". Y añadió que "por supuesto, debe garantizarse que la Policía proteja a los abogados y a cualquier implicado en el caso". Gallardo propondrá hoy al presidente de la Audiencia la adopción de estas dos medidas, "después de que este tipo de incidentes a manos de desaprensivos se hayan producido ya demasiadas veces". Hasta el padre de Marta dijo a los periodistas que no compartía esta actitud agresiva, aunque dejó caer que la comprendía. Antonio del Castillo llamó a la calma, porque "una cosa son las palabras y otra llegar a la manos". Ningún familiar de la joven insultó a los abogados ni a los imputados. También se llevó su ración de insultos el Cuco, al entrar y salir del edificio en un coche camuflado con los cristales tintados, que llegó y se fue quemando rueda. Y Miguel, que accedió al edificio custodiado por la Guardia Civil, en una furgoneta que también impidió que se le viera, como pedía la gente. "Asesino", "canalla" y "todos somos Marta" fueron las frases más repetidas, junto a alguna no reproducible. Samuel Benítez entró solo y a cara descubierta aunque con enormes gafas de sol -muy poco apropiadas para la jornada-, pero a la salida solicitó protección policial y fue escoltado por varios agentes hasta que se metió en un taxi, desde donde lanzó un saludo provocador a la multitud. Javier Delgado y su novia María García llegaron juntos y ocultando su rostro con bufandas y pasamontañas, al igual que los padres del Cuco. Por lo demás, la mañana transcurrió entre las decenas de curiosos y la presencia constante de una treintena de personas que lucían fotos de Marta, y que mantuvieron desplegada una gran pancarta con el lema de la plataforma de apoyo a la familia, "Todos somos Marta". Ellos, como los familiares de Marta, volvieron a mostrar su esperanza en que algún imputado desvelase dónde se deshicieron del cuerpo de la chica. Algo que, de nuevo, no ocurrió.

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