Tras el éxito de participación en la Jornada Mundial de la Juventud , en la que se congregaron más de un millón de jóvenes, el arzobispo de Sevilla ha querido hacer un balance de la presencia de la diócesis en este acto organizado en torno a la visita de Benedicto XVI. Monseñor Asenjo mostró su satisfacción por el "extraordinario esfuerzo" realizado por los voluntarios de la Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil que permitió que unos 20.000 sevillanos se desplazaran hasta Madrid para participar de la llegada del Santo Padre.
A través de una carta pastoral, el prelado quiso destacar de los jóvenes participantes "su alegría honda, desbordante y compartida, su calidad humana y cristiana, sin un incidente, sin una queja ante las dificultades o incomodidades", frente a las actuaciones de los movimientos antisistema que se manifestaron contra su celebración. Asenjo recalcó haberse sentido "impresionado" por "el clima intensa y serenamente religioso" que se vivió durante su participación en la Jornada Mundial de la Juventud.
"Más allá de las anécdotas, la tormenta de la noche del día 20, las caminatas y el cansancio, el hecho es que dos millones de jóvenes han acudido a confesar públicamente su fe en Cristo", mostró orgulloso el arzobispo. Entre todos los instantes vividos en Madrid quiso destacar "por su ambiente de paz, fraternidad y familia", la vigilia de oración que se celebró en Cuatrovientos en la madrugada del sábado al domingo. Un acto que congregó a una multitud ingente de jóvenes en los que Asenjo observó "la emoción de sus rostros, el calor de sus corazones y su gratitud por pertenecer a esta familia magnífica que es la Iglesia".
A la hora de hacer balance, el prelado destacó la fuerte conexión que existió entre los jóvenes y el Papa a pesar de los "interrogantes que se cernían sobre la JMJ que veían ligadas a la figura grande del siempre querido y recordado Juan Pablo II". Frente a los que pensaban en ello, "Madrid 2011 es una fuente viva de esperanza y acicate firme para seguir anunciando a Jesucristo a los jóvenes sin desfallecimientos". E instó a la importancia de vivir la fe "desde la inserción en las parroquias, comunidades y movimientos", así como a "la necesidad de dar testimonio y comunicación de esta alegría".
Asimismo, ha querido hacer extensivo su agradecimiento a todas las personas que han colaborado en su organización: "a los mil jóvenes que participaron con la Pastoral Juvenil y a esos otros grupos de sevillanos que seguramente llegaron hasta los 20.000 participantes", resaltó. De un modo especial, monseñor Asenjo quiso destacar la presencia y colaboración de "los colegios religiosos, los centros vinculados al Opus Dei, al Camino Neocatecumenal, a la familia salesiana y a las hermandades y cofradías" por su labor conjunta durante estos días.
Por su parte, el delegado diocesano de Pastoral Juvenil, Adrián Ríos, también quiso hacer balance del que fue su último acto como máximo responsable de esta delegación. En un documento lleno de emotividad y recuerdos a las experiencias vividas en Madrid, resumió que la Jornada Mundial de la Juventud "ha sido una auténtica Pascua, que ha llenado de esperanza a los que profesamos una misma fe y, a su vez, ha supuesto una nuevo interpelación a los que ponen en duda la vida de la Iglesia".
Junto a ello, Ríos destacó que "la mejor perspectiva" del acto la ofrecen los miles de voluntarios, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, jóvenes y adultos "que han entregado su tiempo, su esfuerzo y su oración". Un gesto que "ha inundado de alegría las calles de Madrid y ha provocado la violencia de aquellos que no son capaces de digerir el gozo que produce el encuentro con Jesucristo". En sus últimas palabras, el delegado diocesano dio la "bienvenida" a todos aquellos jóvenes que hayan encontrado en la celebración de la JMJ "una puerta abierta a la esperanza".
