Lunes de resaca de Feria y con la piqueta a escasos metros de casa. Vecinos y comerciantes de Asunción se despertaron ayer con buena parte de la calle acotada con vallas. Comienzan las obras de Emasesa, previas a la controvertida peatonalización que ha levantado más oposición que entusiasmo.
Desde las 9.00 horas de ayer no se puede circular en coche por el tramo de Asunción que va de la Plaza de Cuba a la calle Virgen de Regla, esta última aún libre de vallas metálicas al menos hasta la tarde de ayer. Los operarios de Contrat, promotora de las obras, fueron tomando cada metro de la calzada sin retirar la señalización de tráfico ni las papeleras ni los coches estacionados en las márgenes. La respuesta de vecinos y comerciantes no se hizo esperar ante lo que consideran "un atropello" por falta de información sobre el desvío de tráfico, un plan de emergencias en caso de que tuviera que entrar una ambulancia o un coche de bomberos, y zonas de carga y descarga mientras duren los trabajos, con un plazo de once meses (el compromiso municipal es estar terminado antes de la Feria de 2010). El Ayuntamiento recuerda, por su parte, que el proyecto ha estado expuesto hasta en tres ocasiones.
"No se están haciendo las cosas con el consenso que se nos prometió. Nos dijeron que se iba a hacer en varias fases. Y ahora me dicen que en esta primera tacada van a llegar con los cortes hasta Virgen de Loreto y no hasta Virgen de Consolación como se nos dijo", señalaba ayer indignado Carlos Junco, portavoz de los comerciantes Centro Asunción, que a su vez integra la plataforma ciudadana contra la peatonalización asesorada en sus inicios por Joaquín Moeckel y que ha recogido 15.000 firmas en contra.
El vallado ha dejado dos pasillos peatonales a ambos lados de las aceras "no más de un metro diez", eso sí habilitando un cruce peatonal entre ambas orillas de la vía a la altura de la intercesión de la calle Virgen de Consolación."No podemos acceder ni a la acera de enfrente. Estas vallas son un peligro público", protestaba Carmen, la encargada de Blanco Hogar, que dijo además que "no es el momento" por la crisis."La reforma de las tuberías tenía que haberse hecho hace 30 años y no abandonarlo todo hasta ahora para que cueste el doble de tiempo y dinero". La responsable del local aclaró que no se opone a la mejora, sino al "daño" que ocasionará en los negocios:"No es un tema de política sino de nuestra comida. Esto va a ser la ruina de la calle. ¿No hay tanto paro? pues que contraten a más gente y dure un mes".
De esta misma opinión es Teresa Molina, que ayer colgaba el cartel de liquidación al 30% por cierre en el escaparate de su local, de esquina con la calle Virgen de Consolación. La tienda Elena Bernal se concienciaba ayer para recoger sus bártulos ante "un año y medio" de obras:"Llevamos 9 años aquí, pero como está hoy en día el comercio no aguantaríamos ni un mes de obras. Con esta valla pegada, ¿qué cliente va a entrar?", resaltaba Molina. Algunos, como la casa de interiorismo Waldo Escriva o Casa Damas, han huido antes de que llegara la piqueta. Son dos nombres de los ocho locales que, según Centro Asunción, han echado la persiana.
Frente a ello, el delegado del distrito Los Remedios, Joaquín Díaz, insistió de nuevo en que "no hay nada improvisado" y aclaró que la primera fase sobre el saneamiento afectará sólo el tramo entre Plaza de Cuba y Virgen de Consolación. Pero las vallas se han extendido algo más hasta la calle Virgen de Regla, lo que ha indignado a comerciantes y vecinos.
