El actor español Javier Bardem se perfila en los Óscar, cuyas candidaturas se anuncian hoy martes, como uno de los finalistas al premio al mejor actor secundario por su papel del asesino Anton Chigurh en No es país para viejos, cinta de los hermanos Coen aclamada por la crítica.
En Los Ángeles, a las 5.30 hora local (14.30 GMT) se darán a conocer cuáles son las finalistas para las 80a edición de estos premios en los que Bardem, que ya optó al Óscar por interpretar a Reinaldo Arenas en Antes de que anochezca (2000), de Julian Schnabel, afronta la posible candidatura de una manera muy diferente: como favorito.
Entre tanto, la cinta de los hermanos Coen ha sumado un nuevo galardón en la novena edición de los Tomates de Oro a los filmes con mejores críticas en el año. Estos curiosos premios, que ya van por su novena edición, los concedió el lunes la página web www.rottentomatoes.com en función de las críticas en prensa escrita, audiovisual y por internet de las películas de 2007, y con ellos se mide el favor obtenido por esas filmes en diversas categorías.
Huelga. Sin embargo, por ahora se desconoce si la octogésima gala de los Oscar, prevista para el 24 de febrero, se llegará a producir tal como se ha visto por televisión todos estos años. El motivo no es otro que la situación que viven los guionistas de Hollywood desde el pasado 5 de noviembre, enfrascados en una pugna con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés) por los ingresos que los escritores reciben por la venta de las series de televisión en DVD y por las emisiones de esos formatos por internet.
El Sindicato de Guionistas (WGA) ha prohibido que los escritores lleven a cabo su trabajo durante la ceremonia y no tiene previsto hacer ninguna excepción en esta ocasión.
Las conversaciones entre ambas partes podrían reanudarse próximamente, aunque si la huelga mantiene su curso la Academia de Cine de Hollywood podría seguir la estela de la Asociación de la Prensa Extranjera, que concede los Globos de Oro, y anunciar los ganadores mediante una conferencia de prensa o modificar ostensiblemente el formato del acto.
