Belenguer recibe un regalo de despedida entre Mel y Gordillo.
El Betis despidió ayer por la puerta grande, como los buenos toreros, a David Belenguer , que en cuatro años en la entidad en dos etapas bien distintas ha tenido la suerte y el honor de ascender dos veces a Primera. El central dijo adiós con modestia y sobre todo mucho orgullo por haber vestido una camiseta a la que le debía una, porque cuando abandonó el club por primera vez, en 2003, no salió bien. "Vine para ascender e irme con un buen sabor de boca, porque en la primera etapa no pudo ser. Ahora voy a salir como dios manda", confesó el zaguero con la inmejorable escolta de Pepe Mel y Rafael Gordillo. "Tengo una hija sevillana y no entiende por qué no vestiré más la camiseta del Betis, pero ya se acostumbrará, supongo", confesó.Belenguer se va del Betis pero no del fútbol. Quiere seguir jugando, aunque todavía no sabe dónde lo hará. "No hay que precipitarse, hay que elegir muy bien", dijo. Mientras deshoja la margarita, el futbolista acabará de digerir todas las emociones que le ha provocado su paso por Heliópolis. "Sinceramente me parece alucinante, soy yo el que estoy agradecido al Betis por darme la oportunidad de jugar en un grande. He recibido 2.000 y pico mensajes en mi cuenta de twitter ; eso sólo puede pasar en un club tan grande como éste", reveló.
MEL: "OJALÁ VUELVAS". La huella que Belenguer deja en el Betis es tan importante que el entrenador, Pepe Mel, se atrevió incluso a pedirle que regrese a la casa para ocupar cualquier otro cargo. "Ojalá en el futuro esté aquí de lo que sea", deseó el técnico madrileño, que no tuvo más que palabras bonitas para su ya exjugador. "Es un grandísimo profesional que ha sumado todo lo que ha podido y más. Ha sido un lujo trabajar contigo", le dijo.
