Dos golazos de falta de Beñat, uno a media altura y otro por bajo, aprovechando el hueco que dejó la barrera al saltar, dieron el triunfo al Betis en un derbi que sirvió a los verdiblancos para poner fin a siete años de supremacía sevillista en la liga particular y que deja a los de Nervión prácticamente sin opciones de clasificarse para una competición europea, lo que habían conseguido de manera consecutiva las ocho últimas temporadas.
Esta vez el objetivo ya está casi imposible. El de los béticos –la permanencia– había quedado sellado el martes gracias a la derrota del Sporting, pero entre la tropa de Mel había ganas de más, de demostrar a propios y extraños que las distancias con el Sevilla, hace bien poco siderales, hoy en día prácticamente no existen, como se ha venido viendo durante toda la temporada y quedó palmariamente demostrado ayer.
El Betis necesitaba ganar para dar caza a su eterno rival y el Sevilla para recuperar terreno en la lucha por la Europa League, que instantes antes de empezar el partido se había vuelto a poner muy a tiro gracias al empate postrero del Atlético con la Real. Se jugaban mucho los nervionenses en el envite y la verdad es que salieron más enchufados y decididos, cobrando pronto ventaja con un gol de Negredo (5’) tras una buena maniobra de Trochowski.
A los de Mel se les pudo venir el mundo encima, pero nada más lejos de la realidad. Beñat e Iriney empezaron a adueñarse del medio campo y Pepe Mel a ganarle la partida a Michel en la pizarra, cargando el juego por la banda izquierda con Jeff Montero, que trajo en jaque a Luna, y recurriendo al buen hacer de Santa Cruz para reforzar la banda derecha y lograr superioridad por dentro con Pozuelo y Rubén Castro.
Los verdiblancos fueron quitándose complejos conforme pasaban los minutos y empezaron a ejercer el control del juego y a merodear con peligro el área de Varas. Si no igualaron antes fue porque Delgado Ferreiro no sancionó con penalti un agarrón de Cala sobre Dorado (20’) a la salida de un córner o un posterior empujón de Reyes a Pozuelo (32’) en el interior del área, lo que motivó el enfado de Mel desde la banda. Enfado que se tornó en ira cuando vio que una durísima entrada de Negredo (39’) sobre Nelson –que se tuvo que retirar lesionado– no mereció más sanción que una amarilla.
En el 42’ llegó la falta, provocada por Santa Cruz, que transformo con maestría Beñat, superando la barrera por fuera y sorprendiendo a Varas por su palo. Tras el descanso, con el 1-1, salió con nuevos bríos el Sevilla, pero estos se esfumaron cuando Míchel quitó a Reyes para dar entrada a Rakitic, lo que pito la afición local y agradecieron los verdiblancos.
La igualdad fue la tónica de este segundo periodo, hasta los compases finales, en los que la entrada de Cañas –también se lesionó Iriney– y Jonathan Pereira dieron pie a la constante aparición de Rubén Castro, que de no haber estado tan chupón pudo haber decidido el partido.
No lo hizo el canario en dos o tres buenas ocasiones que tuvo. El honor estaba reservado para el vasco Beñat Etxebarria, que como Julio Cardeñosa un Domingo de Ramos de 1978 –día de San José para más señas– batió la meta rival con dos magistrales lanzamientos de falta, el último en el descuento y aprovechando el salto de la barrera. Dos goles que ponen fin a un ciclo (el europeo del Sevilla) y quién sabe si servirán para inaugurar otro..
1 - Sevilla FC: Javi Varas; Luna, Cala, Fazio, Fernando Navarro; Medel, Trochowski (Babá, m. 74); Jesús Navas, Del Moral (Luis Alberto, m. 85), Reyes (Rakitic, m. 57); y Negredo.
2 - Real Betis: Fabricio; Nelson (Chica, m. 40), Paulao, Dorado, Nacho; Iriney (Cañas, m. 64), Beñat; Santa Cruz, Pozuelo, Jefferson Montero (Jonathan Pereira, m. 78); y Rubén Castro.
Goles: 1-0, min. 5: Negredo. 1-1, min. 43: Beñat. 1-2, min. 92: Beñat.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla a Beñat, Negredo, Fazio, Trochowski, Dorado, Jefferson Montero, Cañas y Luis Alberto. Expulsó a Medel por doble amarilla (m. 91).
Escenario: Unos 37.000 espectadores en el Ramón Sanchez Pizjuán.
