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Botellazo infame que va a salir muy caro

Nuevo escándalo en el Ruiz de Lopera que puede traer funestas consecuencias para el Betis. De momento le va a costar la derrota, puede que el cierre del campo varios partidos y quien sabe si algo peor. (Foto:EFE)

el 15 sep 2009 / 01:48 h.

Nuevo escándalo en el Ruiz de Lopera que puede traer funestas consecuencias para el Betis. De momento le va a costar la derrota, puede que el cierre del campo varios partidos y quien sabe si algo peor. El año pasado ocurrió lo mismo con Juande Ramos de víctima y la 'gracia' estuvo a punto de costar el descesso a Segunda.

Otro botellazo, otro partido suspendido, otro escándalo... por desgracia nada nuevo en la Ciudad del Sol, pues la afición bética ya sufrió en sus carnes algo similar la temporada pasada, cuando un desalmado lanzó una botella que impactó en Juande Ramos y provocó la suspensión del choque copero contra el Sevilla -luego reanudado en Getafe-, la clausura por tres partidos del estadio y, casi, casi, el descenso del Betis, pues a raíz de ese lamentable incidente y el posterior destierro a la Cartuja el equipo cogió una cuesta abajo espeluznante que lo dejó a las puertas mismas de la Segunda división.

La jornada de ayer se presentaba propicia para dar un paso casi decisivo en pos de la salvación, pero todo le salió al revés al Betis, casi desde el minuto uno, cuando el meta Armando repelió una gran ocasión del resucitado Mark González que bien pudo ser el 1-0.

Muy pronto llegó el primer error garrafal, pues Rivera se empeño en regatear en zona de riesgo y perdió un balón franco que Llorente hizo de gol con un gran pase sobre Yeste, que se fue de Lima como quiso y batió por bajo a Ricardo con un disparo ajustado al palo. Iban sólo siete minutos y empezaba el via crucis.

Perdido. Acusó el Betis el golpe y estuvo perdido durante un buen puñado de minutos ante un Ath letic ramplón que también mostró sus vergüenzas, las que le tienen peleando, como su rival, sólo por no descender. El trivote de Chaparro hacía aguas pues ni Rivera ni Capi ni Arzu eran capaces de imponer su criterio en la zona ancha y cada falta lateral sobre la meta de Armando era un 'regalito' de Capi a los defensas.

¿Es que no hay nadie en el equipo que ejecute mejor las faltas que el camero? Chaparro se dio cuenta y en la segunda parte fue Mark González el que las sacó todas, bastante mejor por cierto, aunque así pierde el equipo a un excelente rematador de cabeza.

Fue precisamente el chileno, el único junto a Edu capaz de llevar peligro sobre el marco rival, el encargado de devolver la esperanza a la hinchada bética, tras una nueva jugada generada por la banda izquiera, desde la que centró Edu para que Mark empalmara un excelente remate a bote pronto que dio en el poste tras rozar Armando, que nada pudo hacer luego cuando el chileno recogió el rechace para anotar el gol del empate.

Nada había perdido porque estos leones asustan poco, aunque conforme pasaban los minutos fue cobrando protagonismo el arbitraje de Clos Gomes, que primero pitó un extraño libre indirecto contra el Betis por retención del balón que no fue gol de milagro y luego se sacó de la manga un inexistente penalti -de todos modos no es de recibo la coz que pega Juanito, aunque no le dé a nadie- que fue el principio del fin para los locales.

Unos minutos antes de esa decisiva jugada pudo Mark González anotar el 2-1, con un excelente cabezazo a centro de Edu -ayer los papeles estaban invertidos- que acabó en el poste y no supo remachar luego Pavone. Pero no era la noche del Betis, para nada. Clos mandó repetir el penalti del 1-2 -no lo debió ver muy claro-y por dos veces batió David López a Ricardo.

Poco después llegó el infame botellazo -esta vez sí se detuvo al autor, algo es algo-, el partido suspendido porque el Athletic ya había hecho los tres cambios y no iba a jugar sin portero y la certeza de que el Betis se ha metido en un lío tremendo del que le va a costar mucho salir.

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