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"Buscaremos otro realojo. En Sevilla hay muchas casas vacías"

La Policía desaloja a las cinco familias de la Corrala Condequintana. Llevaban viviendo en la casa, propiedad del marqués de la Motilla, desde junio.

el 05 mar 2013 / 11:55 h.

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Mañana mismo nos pondremos a buscar otro sitio en el que vivir. En Sevilla hay muchas casas vacías". Juan Reyes es una de las personas desalojadas ayer por la Policía Nacional de la Corrala Condequintana, junto a la Alameda de Hércules. Cinco familias se quedaron en la calle a primeras horas de la mañana, entre ellas una niña con tres años de edad y otra con 11 mientras arreciaba la lluvia. "Nos ha cogido de sorpresa, ni siquiera hemos recibido en estos meses ninguna amenaza de desalojo", comentó.

La propiedad pertenece al marqués de La Motilla, de ahí que los vecinos de la Corrala Condequintana se fueran a protestar a la puerta del Palacio de la Motilla, en la esquina de la calle Cuna con Laraña, para trasladarle su descontento por haberles dejado sin hogar. "Las casas de las que nos han echado estaban vacías y servía para que entraran yonquis, borrachos y parejas, pero para nada más; nosotros las rehabilitamos y las adecentamos y ahora nos echan sin ningún miramiento", se lamentaban.

Juan tiene una situación difícil, como el resto de sus compañeros. Parado de larga duración y con su mujer enferma, asegura que pagó un alquiler hasta que no le quedó "otra opción" que ocupar una vivienda abandonada. De ahí que por ahora no piense más que en "otro realojo" para no quedarse en la calle, "y menos con los días de lluvia que vienen por delante".

Por otro lado, destacó que las relaciones de los vecinos de la Corrala Condequintana con el marqués de La Motilla al principio de la ocupación "eran buenas". "De hecho, nos dijo que nos podíamos quedar siempre que estuviésemos callados y que no se hiciesen eco los medios de comunicación, aunque hace unos cuatro o cinco meses las conversaciones del marqués con nuestro abogado se rompieron; de ahí que ahora nos hayan echado", relataba. El objetivo era que les permitiese a estas familias pagar un alquiler social a cambio de permanecer en las viviendas, situadas entre las calles Conde de Torrejón y Quintana.

Juan Reyes afirmó que los vecinos de Condequintana no tienen conocimiento de que la propiedad tenga intención de hacer nada con el inmueble, "aunque se habló de construir un hotel pero hace mucho tiempo, como diez o doce años". Según su versión, tras el desalojo se han puesto vigas de acero en puertas y ventanas para que no puedan volver a entrar "y se ha destrozado todo lo que había dentro". Además, denunció que nadie "nos ha enseñado ninguna orden para llevarlo a cabo".

Por ahora, quedan cuatro corralas en pie en la capital hispalense: la Utopía, la Ilusión, la Esperanza y la Libertad.

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