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Cabeza de león, cuerpo y cola de ratón

El Sevilla sumó en Anoeta su cuarta victoria seguida. Los resultados apuntan a un despegue sobre el que siembra dudas su propio juego. Ayer ganó, una vez más, porque el peso de sus atacantes es superior a la debilidad de sus defensas y la escasa producción de su centro del campo.

el 08 ene 2011 / 23:25 h.

Kanouté y Luis Fabiano suman 223 goles desde que visten de sevillistas. En Anoeta hicieron nuevo acopio para estabilizar el despegue del equipo de Manzano. Kanouté y Luis Fabiano son el Sevilla. Es una pareja excepcional y única por categoría, también porque a las espaldas del malí y del brasileño se abre ahora un abismo. Jesús Navas está muy lejos de sí mismo, como Diego Perotti, y el cuerpo de orquesta no hace sino corroborar el pensamiento realista del técnico sobre la inviabilidad de construir una candidatura a la Liga de Campeones. En ese punto sólo discrepan el 12 y el 10. En ese reto mayúsculo están.

El Sevilla sólo mereció ganar por su juego en las áreas. En todos los demás rincones del verde hizo más méritos para lo contrario. Volteó el destino que habían escrito su incontinencia para deshilvanar en el centro del campo y su caritativa retaguardia en dos córners. Ni siquiera fueron dos acciones de pizarra. La aleatoriedad la convirtieron en estrategia Luis Fabiano y Kanouté, con la colaboración oportuna de Álvaro Negredo, que convirtió una sustitución en acierto... gracias a Luis Fabiano y Kanouté.

El talento puede llegar a nublar como el conocimiento excelso. Le pasó a Don Quijote de tanto leer libros de caballerías, de rememorar las historias de héroes en mil batallas, una y otra vez. El honor y la gloria viven a un palmo del suelo. El Sevilla ha tardado demasiado en darse cuenta. En las vitrinas se encuentran los éxitos del pasado y también los fracasos del futuro. Sólo Kanouté y Luis Fabiano sobrevuelan las huellas de los títulos. Son tan grandes que durante un tiempo lograron ocultar el desgaste de un equipo campeón. Ahora es indisimulado. Salvo en su parcela, salvo en las áreas. Sus hazañas quedarán en los libros, detrás de sus goles hay muchos puntos y muchos trofeos, pero también la necesidad de construir un futuro para cuando no estén. Y tal y como está este equipo, da vértigo, mucho vértigo, siquiera pensarlo. Kanouté y Luis Fabiano son ahora el Sevilla FC. Sólo ellos.

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