La cúpula de ETA recibió ayer un nuevo golpe en Francia tras la detención del máximo responsable de la organización terrorista, Ibon Gogeaskoetxea, y de otros dos etarras, que integraban un comando que estaba dispuesto a entrar en España con las "peores intenciones". Estos tres arrestos culminan, en palabras del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "los peores meses para la banda en su historia", con una detención cada dos días en 2010.
Beñat Aguinagalde y un tercer terrorista, que al cierre de esta edición la Guardia Civil daba por "prácticamente descartado" de que fuera Gregorio Jiménez, como fue identificado en un principio por Interior, se hallaban junto a Gogeaskoetxea en el momento de la detención, en una casa rural en Cahan, en la Baja Normandía, donde el jefe de ETA les estaba despidiendo, "una de las reglas que cumple" la banda cuando un comando va a entrar en España, afirmó Rubalcaba.
La operación conjunta entre la Policía francesa y la Guardia Civil española se produjo en la pequeña localidad al sur de Caen hacia las 6.00 horas, donde los tres presuntos miembros de ETA ocupaban un alojamiento rural desde hacía una semana.
El ministro valoró las detenciones del que consideró como máximo responsable de ETA -Gogeaskoetxea habría sustituido en la cúpula terrorista, según Interior, a Francisco Javier López Peña, alias Thierry, que fue detenido en mayo de 2008- y de los otros dos presuntos etarras, que constituían un "comando especial", y que evidencian que la banda "está en lo que está", en "atentar gravemente".
En la medida en que la banda va perdiendo peso político, según el ministro, el aparato militar va siendo "cada vez más definitivo", de ahí la importancia de los arrestos porque "ahora son los de las pistolas los que mandan".
Rubalcaba destacó la "importancia evidente" de las detenciones de ayer ya que además de arrestar al "jefe de la banda", Aguinagalde es el presunto autor de dos recientes asesinatos: el del ex concejal socialista en Mondragón Isaías Carrasco y el empresario Ignacio Uria, mientras que Jiménez -si finalmente fuera el tercer etarra arrestado- es "un hombre con experiencia, que ha trabajado en trasladar material", incluso integró en el año 2006 un "comando" que trasladó los misiles para atentar contra el ex presidente José María Aznar.
Hasta el momento las fuerzas de seguridad se han incautado en esta operación, que continúa abierta, de dos pistolas, un revólver, algo de explosivo, ordenadores, material informático y para la fabricación de zulos, dinero en efectivo y un juego de grilletes, poco habitual en la dotación de los comandos y que fuentes de la lucha antiterrorista relacionan con un secuestro.
En lo que va de año, se han producido 32 detenciones -una cada dos días- y se han incautado de casi 2.000 kilos de explosivos, por lo que han sido los dos peores meses para ETA "en toda su historia", dijo el ministro.
Pero además, en el último año y medio el aparato militar ha visto caer a varios de sus números uno: a Mikel Garikoitz Azpiazu Rubina, Txeroki -el 17 de noviembre de 2008-, a Aitzol Iriondo Araza -el 8 de diciembre de 2008-, a Jurdan Martitegui -el 18 de abril de 2009- y al detenido ayer.
Gogeaskoetxea, de 45 años, ostentaba hasta ahora la jefatura del aparato militar de ETA, pero antes de llegar ahí estuvo vinculado al comando Kattu, que intentó atentar contra el museo Guggenheim de Bilbao cuando se preparaba para ser inaugurado por los Reyes. Por su parte, Aguinagalde, con 26 años, se encontraba en paradero desconocido desde hace un año cuando huyó tras la desarticulación del comando Asti, al que se atribuyen los asesinatos de Isaías Carrasco y de Ignacio Uria.
Las reacciones no se hicieron esperar. Así, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, felicitó "de todo corazón" a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, destacó la "importantísima" operación. Y el ministro del Interior galo, Brice Hortefeux, dijo que la entre Francia y España obliga a ETA a "renunciar" a Francia.
