-¿Qué es Tercialia?
-Es una consultora que nació para dar servicios a clientes del sector inmobiliario que necesitaban el apoyo y la profesionalidad, que por otro lado ya existían por parte de otras consultoras, multinacionales buenas. El objetivo era crear una empresa más, que fuera de la mano del cliente y que fuera sevillana, para el de aquí, al que ya conocíamos. Nuestra labor no es sólo sentar al vendedor y al comprador, sino también aconsejar a cada cliente teniendo en cuenta sus necesidades.
-¿Qué le aconseja al cliente en una coyuntura como la actual?
-Todos sabemos la crisis que hay ahora, no sólo inmobiliaria, ya que es global, porque hay crisis de los alimentos, financiera, del petróleo... Hay que aconsejar al promotor de que haga la vivienda justa para las necesidades del cliente. Los matrimonios ya no tienen cuatro hijos, por lo que las casas deben tener menos dormitorios, no hay que hacer viviendas de 150 metros. También le aconsejamos que haga más apartamentos, por los divorcios y por las parejas del mismo sexo, que como mucho adoptan un niño.
-Un servicio más allá de la mediación.
-Mucho más. Antes de cada proyecto, empezamos con un estudio real de lo que se demanda en la zona. Así empieza Tercialia, con parques empresariales, con centros comerciales, llevando la expansión de empresas de distintos sectores, buscándole ubicaciones que fueran rentables, donde apostábamos con ellos, porque nosotros cobramos a objetivos. Ofrecer una empresa que conozca el mercado bien, porque muchas veces vemos estudios de precio de vivienda, incluso en los medios de comunicación, que hablan de subidas que no son verdad. Las estadísticas muchas veces son falsas, la gente se las inventa. En una misma calle puede haber hasta 10 precios distintos.
-¿Cómo les afecta la crisis?
-En España se ha malvendido todo sin conocer el cliente. Hay promotores de toda la vida y han entrado muchos intrusos y, al final, la crisis nos va a afectar a todos, incluidos nosotros. Hace tres años ya decíamos que los extranjeros, sobre todo los ingleses, no compraban en España porque ya no se le mimaba y los precios estaban muy altos. Al final, se iban a otros países, como Croacia o Grecia, porque España no tiene la exclusiva de las playas. Lo único que me da pena es que los que están cayendo son los promotores de toda la vida, los oportunistas han metido dos o tres pelotazos y se han retirado.
-¿Por eso decidieron dar el salto internacional?
-Hace seis años, viendo cómo estaba la situación en España (que los bancos le daban dinero a cualquiera, que cualquiera era promotor, que los suelos se revendían a precios desorbitados) pensamos que el mercado no podía seguir así, iba a reventar por algún lado. Entonces vimos el negocio en los países del Este que se incorporaban a la UE. El apoyo de las instituciones fue importante, a nosotros nos ha ayudado mucho Extenda y el ÍCEX.
-¿A qué países?
-Empezamos a estudiar países, primero los más cercanos, como Marruecos y Portugal, después Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Rumanía, Bulgaría, Ucrania o Kajajstán, y luego otros más lejanos como México, Brasil, Argentina, incluso EEUU. La nuestra es una empresa pequeña, soy el único socio al 99% con otro al 1%. Nunca hemos tenido financiación y siempre hemos sido cautos en el crecimiento, hemos crecido con dinero, lo que ganábamos lo reinvertíamos y esto nos permitió empezar a crecer en el exterior, no siempre con oficinas propias, sino buscando socios. Así empezamos a salir, nos costó muchísimo dinero y ahora empieza la famosa crisis.
-¿Su proyección en el exterior le ha servido para capearla?
-Sí y no. Ahora mismo en España el negocio está muy mal. No se vende nada. Quizá el negocio más interesante es el alquiler, pero las estructuras montadas son muy grandes y es muy difícil aguantarlas. No sólo a nosotros, también a la competencia. Ahora tenemos el problema de que cuando acudimos a los bancos con nuestro plan de negocio, con buenos números y nuevas ramas de negocio, como la energética o la de la comercialización de productos de empresas en el exterior, no nos financian. Nos ha cogido la crisis en el proceso de reciclar la empresa y los bancos no te dan un duro. El de septiembre va a ser el mes del batacazo.
-¿Cómo planean la expansión a otros mercados?
-Estamos en 17 países con Estados Unidos, que acabamos de entrar. Teníamos previsto abarcar otros diez más, pero se ha frenado porque no hay recursos para seguir.
-¿Qué soluciones hay?
-La solución no son las medidas del Gobierno, sino que es empresarial. Lo tiene que dar la patronal junto con el Gobierno pero con realidades, como mejorar el empleo o impulsando medidas correctoras para los empresarios. Por ejemplo, los seguros sociales son criminales en este país. Un trabajador cuesta muy caro. Pasas de Madrid y la conciencia de empresario está vista de otra forma, las patronales son distintas, son de unión. Por ejemplo, aquí no sé para qué sirve la Cámara de Comercio.
-¿Qué facturación obtienen del exterior?
-Este año es la primera vez que la facturación del exterior supera a la del interior, pero seguimos teniendo más estructuras en España. Estamos aprendiendo, la crisis servirá para limpiar al sector, pero está siendo demasiado drástica. No trae nada bueno.
