Caixabank no se la jugará más con la torre Pelli. El banco anunció ayer la adjudicación de toda la obra pendiente para acabar el rascacielos a una de las constructoras más importantes del país, Dragados, del grupo ACS. Pero, a la vez, la entidad, que absorbió a la sevillana Cajasol, comunicaba un nuevo retraso en la finalización del complejo. Ya no será en mayo de 2014, sino "en el segundo semestre" del año próximo, sin determinar el mes en cuestión.
Ni banco ni constructora revelaron la cuantía económica del contrato, que en todo caso sería inferior a 100 millones de euros. Desde Caixabank no detallaron cuánto se lleva desembolsado en la torre para determinar si existe desvío presupuestario en los trabajos ante las muchas demoras. En principio, la inversión prevista ascendía a 311 millones, de los que la mitad había sido encomendada antes de que se levantaran los primeros pisos, allá por la primavera de 2011. A su favor: las ofertas ahora tiran a la baja.
Dos motivos principales para la adjudicación a Dragados. El primero habla de la "mejor oferta desde el punto de vista técnico y económico", en el marco de la convocatoria pública que abrió el pasado diciembre. Y el segundo atañe a la participación de compañías andaluzas bajo la batuta de la filial de ACS. Entre éstas destacan la constructora Azvi y la firma cordobesa de aplicaciones tecnológicas Magtel. De hecho, y según Caixabank, la inmensa mayoría (80%) de la subcontratación recaerá sobre empresas "de la zona".
En la edificación en sí, en unos trabajos que en estos momentos se rematan colocando la corona a la torre de 180 metros de altura, han participado el grupo FCC -principal rival de ACS, presidida ésta por Florentino Pérez- y las sevillanas Abengoa y Ayesa, entre otras.
¿Qué queda del rascacielos? En concreto, Dragados y sus subcontratas se harán cargo de las obras de la fachada, de la arquitectura interior, de las instalaciones y de la urbanización. En suma, "abordará toda la fase final de la construcción y puesta a punto". Y los trabajos se iniciarán de forma inmediata y si se cumplen los plazos, siempre sujetos a cuestiones técnicas por la complejidad del edificio, "la torre estará terminada en el segundo semestre de 2014". Y 700 empleados participarán de manera directa en los trabajos que se desarrollen entre éste y el próximo año.
Cabe recordar que Caixabank se ha comprometido a terminar el rascacielos, aunque está abierta la decisión final de venderlo o de mantenerlo en alguna de sus filiales de gestión de activos inmobiliarios. Sí está claro que allí, y no a las Atarazanas, irá el Caixafórum.
El banco comienza a diseñar un plan para comercializar las oficinas y locales
A expensas de la decisión final de qué hacer con la torre Pelli, si habrá o no comprador o si se mantiene entre los activos de Caixabank, la entidad ya trabaja en diseñar un plan para la comercialización de las oficinas y locales comerciales del complejo de la torre Pelli.
El grupo financiero catalán aspira a convertir el rascacielos en "un centro neurálgico empresarial que, por sí mismo, suponga un atractivo que tanto pymes como grandes empresas decidan instalar sus sedes en la ciudad". La torre Pelli, asimismo, pretende "contribuir a la reactivación económica y del empleo en la capital de Andalucía", dicen en la entidad.
