Local

Calañas clama contra la fianza al presunto homicida

En Calañas falta Ramón Cuaresma y sus vecinos no logran comprenderlo ni aceptarlo. Unas mil personas se concentraron ayer sábado a las puertas del domicilio de Diego Fernández, el presunto asesino que ha quedado en libertad bajo fianza, para exigir justicia.

el 15 sep 2009 / 19:29 h.

TAGS:

Ígor R. Iglesias

En Calañas falta Ramón Cuaresma y sus vecinos no logran comprenderlo ni aceptarlo. Unas mil personas se concentraron ayer a las puertas del domicilio de Diego Fernández, el presunto asesino que ha quedado en libertad bajo fianza, para exigir justicia.

La convocatoria oficial de protesta vecinal ante las puertas del Ayuntamiento de Calañas supo a poco a muchos vecinos que dicen no entender cómo el juez instructor del caso ha dejado en libertad a la persona a la que todos los ciudadanos consideran responsable de la muerte de Ramón. Su cuerpo apareció el pasado noviembre en un paraje víctima de un supuesto atropello.

Los nervios ayer estaban a flor de piel, después de que se hubieran extendido rumores sobre un posible suicidio de la víctima, que los vecinos rechazan como cierto y que atribuyen a una estrategia de la defensa de Diego Fernández, el supuesto autor de los hechos, que ha quedado libre porque, según el juez, "no se han confirmado indicios de homicidio".

En la concentración ante el Ayuntamiento, que tuvo lugar a las 12.00 horas, los mil vecinos allí congregados pronunciaron frases como "fuera, que se vaya del pueblo", "asesino" o "queremos justicia". El alcalde, Fernando Recio, estuvo presente en el acto, con un gesto más que constreñido y con los ojos cerrados la mayor parte del tiempo, mientras los ciudadanos clamaban al aire, impotentes. En el acto, en el que se leyó un manifiesto, las lágrimas de muchos vecinos acompañaron las de la madre de Ramón Cuaresma, Epifanía, que no paró de mirar con los ojos henchidos de dolor la foto de su hijo que colgaba de una de las pancartas.

El alcalde volvió a pedir, ante los medios de comunicación, "calma", aunque volvió a solicitar al juez instructor del caso que "dicte una orden de alejamiento" para el presunto autor de la muerte de Cuaresma. Los vecinos, lejos de desconvocar la concentración, se dirigieron a la casa de los padres de Diego Fernández. Una vez allí, media docena de guardia civiles vigiló a la multitud, pero no se produjeron incidentes. Más tarde, las protestas se trasladaron hasta la casa donde Diego vive con su mujer. En la fachada se puede leer, escrito con spray la palabra "criminal".

  • 1