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Calma y emoción para el Betis de la pegada

Con el aire de los líderes y una pegada descomunal, como con balas de plata, el Betis también pasó por encima del Córdoba. No caben muchas dudas sobre la solvencia del equipo, que sólo ve brumas en los despachos. La presencia de Mario Conde en el palco parece un indicador de que los tiempos vienen revueltos.

el 11 dic 2010 / 22:07 h.

En esta acción se lesionó Miguel Lopes.
Ya está claro que en la Liga Adelante no existen respuestas solventes para la potencia de fuego del Betis. No hay blindaje en este humilde Campeonato que resista el poder del arsenal que agrupan Achille Emana, Rubén Castro, Jorge Molina, Salva Sevilla, el propio Iriney… y sólo entran dudas ante la posibilidad de que, desde dentro del mismo club y por tanta confusa situación, se encienda una mecha para dinamitar el polvorín. El resumen es obvio: el Betis de la pegada necesita calma. Y, ¿hasta qué punto pueden garantizarse en este convulso club la calma, la paz y la tranquilidad, cuando incluso Mario Conde, abogado del Estado y de tan famosos antecedentes, se deja ver por el palco de Heliópolis?

Entretanto, el Betis vuela, a lomos de siete goles y siete puntos en los tres partidos de esta semana. Una pena que no haya podido cerrar el pleno de nueve puntos, pero, visto lo visto en Soria y combinándolo con el descuido ante el pequeño Barça, tal vez no resulte injusta la factura semanal: lo comido por lo servido. Aunque Mel parece vivir horas de tensión, tampoco resulta del todo malo que esa tensión se transmita al equipo. Los manejos accionariales parecen haber entrado en una especie de tregua tensa, como una guerra fría y silenciosa, a la espera de la sublime decisión de la Audiencia.

Y a partir de ahí, a partir de que decida la Audiencia, habrá más o menos convulsiones, cuando el equipo, el líder, ya pone rumbo a Tenerife y hoy mirará de reojo a lo que ocurra a sus espaldas, en el Salamanca-Rayo. Tal vez sería bueno que, entre la tensión, la guerra silenciosa de despachos y el ruído de sables, la gente mirara y se mirara en mitos como Luis del Sol Cascajares, el campeonísimo ‘Sette Pulmoni’, una de las leyendas vivas más queridas por todos los béticos de bien. El Betis de la pegada necesita calma. Y también, sentimiento, emoción verdiblanca. Por ejemplo, el sentimiento emotivo de Luis del Sol, aquel ‘Siete Pulmones’…

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