Cáritas presentó ayer un estudio sobre la vivienda en Alcalá de Guadaíra, que revela un aumento del 100% en la demanda de ayudas para pagar la hipoteca o el alquiler y el surgimiento de más chabolas en la ciudad.
En concreto, las chabolas se ubican el paraje conocido como El Nevero, muy cerca de Dos Hermanas, aunque dentro del término municipal de Alcalá de Guadaíra. El mismo documento también detecta la perpetuación del poblado ya existente en la barriada El Cerero, donde el propio Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ya procedió a varios derribos cuando éstas se quedaron vacías para evitar que volvieran a ser ocupadas. Pese a ello, el poblado está considerado como el tercer asentamiento de mayor envergadura de Andalucía, y el segundo de Sevilla, con más de 40 chabolas en estos momentos.
En su informe, Cáritas dice que hay un importante y creciente número de vecinos que sufren situaciones de precariedad, pobreza y exclusión social, "lo que afecta a la posibilidad de acceder a una vivienda en condiciones mínimas de habitabilidad", según recoge el mismo diagnóstico. En concreto, detecta un aumento de 100% de demandas relativas a la necesidad de pagar la hipoteca o el alquiler. Los casos atendidos son muy heterogéneos, aunque podrían dividirse en cuatro grupos: tercera edad, familias de inmigrantes, parejas de jóvenes y familias monoparentales. La mayoría viven en edificios antiguos y excesivamente deteriorados, y se detecta también un excesivo número de casos de hacinamiento en los mismos.
El citado documento expone que los principales puntos de concentración de infravivienda son el Castillo y Rabesa, a los que hay que sumarles nuevos focos en los barrios la Paz, Los Lirios y Pedro Gutiérrez, todos en la parte norte de la ciudad. El informe explica que en estos puntos abundan las familias "fuertemente desfavorecidas y las situaciones de marginalidad".
Pero Cáritas no se limita a exponer la situación, sino que propone posibles soluciones, como una mayor implicación y "voluntad política por parte de las administraciones" mediante la búsqueda de una cooperación para poner en marcha programas destinados a los colectivos más vulnerables del municipio.
Esta política social, dice Cáritas, debería incluir la intervención en caso de ocupación ilegal de VPO, la construcción de un parque de viviendas protegidas suficiente y también de otras para responder a casos de emergencia. Igualmente esta asociación propone que se haga un estudio del uso que hace cada familia de las VPO que reciben.
Finalmente, Cáritas expone que este informe no es más que un llamamiento a la solidaridad y a la conciencia de todos los ciudadanos en los difíciles tiempos por los que pasamos.
