La coincidencia de los partidos políticos, salvo matices de escasa relevancia, al aplaudir la fusión de Unicaja y Caja de Jaén e incluso, aunque aquí los matices son mayores, para aceptar una posible unión a tres con Cajasur revela una inusual sintonía en la comunidad andaluza.
La evidencia de que hay que reforzar el sistema financiero regional para salir fortalecido de la ya larga crisis económica y un grito de ahora o nunca han hecho aparcar la confrontación política en lo que a las cajas se refiere, aunque queda un reducto, Caja Granada.
Por un lado, en el Gobierno andaluz y en el partido que lo sustenta, el PSOE, todo es algarabía, pues perciben cómo se dan los primeros pasos hacia el objetivo de una gran caja de ahorros regional, que no única.
Por el otro, el Partido Popular, que aplaude la decisión de Unicaja y Caja de Jaén, y si habla en Málaga exige que la primera entidad no quede mermada, y si lo hace en Jaén reclama respeto a la identidad provincial de la segunda.
En el tercer frente, Izquierda Unida, que también bendice la unión en su defensa de unas finanzas más públicas. Y, por último, el PA resalta la cordura de la operación emprendida por Medel y Arcos Moya. Al margen de la política, los sindicatos UGT y CCOO dan su OK, siempre que no perjudique al empleo, mientras que la patronal CEA no se ha pronunciado aún, aunque es conocida su postura del no a la caja única y sí a unas cajas fuertes y en competencia.
En cuanto a Cajasur, si bien el PSOE y el PP se acercan para que esta entidad se sume a la fusión de Caja de Jaén y Unicaja, aún hay reproches por parte de los populares sobre la "opacidad" de la operación. Caja Granada va a su aire. Una y otra formación secundan el pacto de Saray -del que se ha descolgado CCOO- pero se acusan mutuamente de torpedearlo. En el Reino Nazarí, reina la confrontación.
