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Casto y la falta de puntería meten al Betis en un lío

El Betis quizás no mereció caer y desde luego tuvo ocasiones de sobra para ganar en Almería, pero Casto regaló un gol increíble, el larguero impidió la remontada y los verdiblancos sufrieron su tercera derrota consecutiva. Año nuevo, pero la racha no varía y el descenso asoma ya apenas a cuatro puntos. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 20:44 h.

Luis A. Lastra. Enviado especial en Almería

El Betis quizás no mereció caer y desde luego tuvo ocasiones de sobra para ganar en Almería, pero Casto regaló un gol increíble, el larguero impidió la remontada y los verdiblancos sufrieron su tercera derrota consecutiva. Año nuevo, pero la racha no varía y el descenso asoma ya apenas a cuatro puntos.

Hay cosas que un cambio de año no modifica. El Betis, lejos de enmendar su mala costumbre de jugar mal y perder, con la que acabó 2008, cuajó en Almería una de las peores primeras partes que la memoria acierta a recordar esta temporada y luego se estrelló contra su tradicional falta de puntería y contra el larguero, que lo condenaron a no recuperarse de tan espantoso arranque.

Porque espantoso es mover el balón de lateral a lateral y vuelta a empezar por la incapacidad de pisar con peligro el terreno de su adversario, y eso ocurrió durante 45 desesperantes minutos. Era de esperar que Capi y Emana actuasen de llave maestra ante semejante cerrazón, pero nada de nada hasta la segunda parte. Más bien al contrario: el camero se empecinó en buscar esos huecos que rara vez halla y el camerunés, también como casi siempre, intenta hacer la jugada de su vida aunque esté en la frontal de su propia área.

Es decir, dos rémoras para el juego colectivo, ya de por sí pobre por la incrustación de Aurelio entre los centrales, ante un Almería que hizo del atrincheramiento defensivo una virtud, sobre todo tras el descanso. Antes de que Casto cometiese la pifia del 1-0, el conjunto local ya mereció ir por delante. No deslumbró su fútbol, pero en cuanto sus defensas desecharon el infértil goteo de pelotazos con que abrieron el choque y encontraron a Corona, el cielo se abrió para el Almería.

Es un decir, porque la tarde no pudo estar más encapotada. Claro que para encapotamiento, el del Betis, que a nada que perdió el esférico vio cómo Crusat estropeaba un mano a mano por un mal control, cómo Negredo picaba el balón fuera tras un control increíble y cómo de nuevo Crusat remataba fuera un pase de Juanma Ortiz. Lo más peligroso (¿?) del Betis fue un chut de Sergio García a la media hora que se fue por la línea de... banda.

Cantada y largueros. A pesar de tan paupérrimo fútbol, lo normal habría sido que el Betis alcanzase el intermedio con un decente empate, pero Casto no debía de estar de acuerdo. Y en el primer lanzamiento del Almería a portería, si se entiende como tal un libre indirecto de Corona a la cabeza de nadie, hizo caso omiso del brazo alzado del árbitro, se tragó el balón pero tocándolo y así validó el tanto. Increíble. O no, porque no es el primer fallo del portero extremeño...

El listón verdiblanco estaba muy bajo y fue fácil mejorarlo en la continuación, pero el criterio, la profundidad y la novedosa seguridad defensiva del nuevo Betis chocaron con un obstáculo insalvable y definitivo: la falta de puntería. También se la podría llamar mala suerte en los chuts al larguero de Sergio García y Emana, pero no admite otra definición distinta en los manos a mano que erraron los mismos protagonistas, a cual más claro. Ninguno tuvo gol y así anda el Betis, de derrota en derrota por muy poco que haga el rival y cada vez más cerca del abismo.

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