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Cayetano Rivera Ordóñez pone un punto y aparte en su carrera taurina

El segundo hijo de Paquirri se retira temporalmente de la profesión para dedicarse a otras actividades.

el 07 oct 2012 / 18:11 h.

Cayetano Rivera.
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La noticia empezó a correr como la pólvora por las redes sociales y se confirmaba después a través de un comunicado emitido por el propio diestro. Cayetano explicaba que había anunciado esta decisión a los miembros de su cuadrilla afirmando que se trataba "sólo de una pausa" dentro de una trayectoria que comenzó hace ocho años, cuando decidió dedicarse a la profesión que dio fama a su padre, a su abuelo y bisabuelo y a sus tíos Dominguín a través de un siglo de la historia del toreo.

"Quiero dedicar este tiempo a otros proyectos que también me ilusionan", declaraba Cayetano en este documento en el que volvía a insistir en que se trataba de un mero "paréntesis" de límites desconocidos para un torero de vocación tardía que abrazó el oficio a la edad en la que otros matadores acarician la retirada. La decisión del menor de los Rivera Ordóñez trascendía después de la última actuación que tenía apalabrada esta temporada, una corrida de toros en Hellín que saldó con el corte de una oreja. Aún es pronto para saber si será la última vez que se enfunde el vestido de torear o si se animará a volver a cruzar el albero caliente de una plaza de toros cuando atienda y satisfaga esas inquietudes que le han llevado a dejar el toreo.

La drástica medida ha llegado en un momento de discusión de la verdadera trascendencia profesional del torero, que ha contado desde sus inicios con el apoyo de su tío, el matador retirado Curro Vázquez, al que algunos sectores de la afición han acusado insistentemente de cuidar en demasía la carrera de su sobrino, que es hasta ahora el último eslabón de un tronco torero injertado en tres ramas -Rivera, Ordóñez, Dominguín- que ha acaparado la atención mediática dentro y fuera del estricto ámbito taurino a través de la azarosa vida de muchos de sus miembros.

Antonio Cayetano Rivera Ordóñez es el segundo hijo del malogrado matador Francisco Rivera Paquirri y de Carmen Cayetana Ordóñez González, otra vida que se retrató en papel couché desde su nacimiento y que ha seguido acaparando titulares después de su desgraciada y prematura muerte. Carmina sobrevivió muy pocos años a su padre, el gran Antonio Ordóñez, que falleció en 1998 sin saber que su segundo nieto acabaría convirtiéndose también en matador de toros. Lo llevaba en la sangre.

En su juventud, Cayetano Rivera condujo su formación e inquietudes hacia el sector de la comunicación audiovisual. Dentro de este ámbito llegó a trabajar como profesional integrado en la productora de su tío, el cantante Miguel Bosé. Para entonces su hermano Francisco ya era un diestro veterano que había tomado la alternativa en Sevilla en 1995. La decisión definitiva de convertirse en torero coincidió en el tiempo con la crisis de su matrimonio con la modelo Blanca Romero, con la que se había casado en 2001.

Fue Antonio Ruiz, el padre de Espartaco, el encargado de enseñarle los primeros rudimentos de un oficio que había que aprender aprisa y corriendo. Algunas apariciones en público vestido de corto fueron el preludio de su presentación formal en Ronda el 26 de marzo de 2005, acartelado en una corrida mixta junto a Juan Antonio Ruiz Espartaco, reaparecido especialmente para la ocasión, y su hermano Francisco.

Todo siguió a la velocidad del rayo. Cayetano gana la Oreja de Plata de Radio Nacional y se convierte en el novillero más destacado de aquella temporada de 2005 sorprendiendo por unas formas y un empaque que recordaban la personalidad de su abuelo, el maestro Ordóñez. El atractivo de su figura y de su propia sangre se unían a las grandes posibilidades anunciadas en su breve trayectoria como novillero, en la que tampoco faltaron críticas a la presentación del ganado que reseñaba para él su tío y apoderado Curro Vázquez.

Pero el tiempo seguía apremiando y la alternativa se organiza al año siguiente en la plaza de la Maestranza de Ronda, alfa y omega de la dinastía y centro de esa peregrinación anual a la tradicional Corrida Goyesca que organiza su hermano Francisco desde la muerte del maestro Ordóñez. El evento despierta una expectación inusitada y se convierte en el acto social que acapara más titulares aquel año. Francisco convierte en matador a su hermano Cayetano en un mano a mano en el que no cabían testigos ajenos a la familia.

Era el comienzo de su irregular trayectoria como matador de toros: seis temporadas completas en las que ha navegado entre la discusión de su definitivo compromiso como torero y un larguísimo rosario de percances que le han sacado intermitentemente de la palestra. Seguramente su triunfo más valioso en estos años fue la oreja que cortó en su confirmación madrileña.

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