Las calles de Yamena despertaron ayer bañadas en sangre. Centenares de cadáveres, la mayoría civiles estaban esparcidos por la capital de Chad tras la fuerte ofensiva protagonizada en los últimos días por los rebeldes, que anunciaron su "retirada táctica", pero con intención de regresar.
Yamena fue escenario estos días del enfrentamiento entre el Ejército chadiano y los rebeldes. La guerrilla se retiró ayer, aunque sólo por el momento. "Nos hemos ido de Yamena para volver sobre nuestros pasos", afirmó el portavoz de las fuerzas rebeldes, Abderamane Koulamallah. Al parecer, se marcharon para unirse a dos columnas rebeldes que partieron de la vecina Sudán con municiones y alimentos para las tropas.
Miles de chadianos aprovecharon el alto el fuego provisional en para abandonar sus hogares en Yamena y buscar refugio en la población fronteriza de Camerún, donde algunos sólo esperan la caida del presidente Idriss Deby para regresar al país.
En el exterior, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó la ofensiva rebelde, respaldó la mediación pedida por la Unión Africana y dio su visto bueno a la ayuda internacional al Gobierno.
Francia, por su parte, ya logró evacuar a 881 personas a Libreville (Gabón) gracias a su dispositivo iniciado el sábado. Los tres primeros españoles procedentes de Chad llegaron ayer a Barcelona, mientras que al menos otros siete aún permanecían atrapadas en la capital del país africano.
