Economía

Chile, un hogar empresarial

El libro Chile, una plataforma para la internacionalización analiza las ventajas e inconvenientes que tiene para las empresas españolas expandirse en un país emergente y con el mismo idioma, y aporta consejos prácticos.

el 28 ene 2014 / 23:40 h.

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solarChile es un país especialmente «amigable» para las empresas españolas que quieran iniciar su internacionalización, y no para «dar un pelotazo sino para quedarse, porque las que han ido están contentas y tienen vocación de permanencia». Así lo explica Gonzalo Solana, director de la Cátedra Nebrija-Santander en Dirección Internacional de Empresas, en el libro Chile, una plataforma para la internacionalización. La publicación se presenta hoy en Sevilla, en unas jornadas organizadas por la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Extenda, en las que participará el embajador de Chile en España, Sergio Romero. La publicación, la quinta de una serie editada por la cátedra en la que se analizan las oportunidades que ofrecen otras economías emergentes (antes fueron Brasil, China y México), considera a Chile un lugar de oportunidades para un desembarco a largo plazo y como puente hacia mercados más ambiciosos pero más complicados, como los países asiáticos, según explicó ayer el autor en declaraciones a este periódico. «No quiere decir que sea el mejor país para internacionalizarse, pero tiene un gran interés para las empresas españolas porque compartimos el mismo idioma, y existe una gran cercanía cultural», precisó Solana, que indicó que a la hora de emprender una aventura fuera de nuestras fronteras «es clave conocer y entender la cultura» a la que las empresas quieren acercase. Entre las ventajas que hacen tan «amigable» al país sudamericano, Solana citó «que es fácil instalarse y desarrollar una actividad; la elevada seguridad jurídica y que las instituciones funcionan», lo que crea condiciones idóneas para montar una empresa. Además, es un mercado «relativamente pequeño y muy dinámico, entre los que tienen unas perspectivas de crecimiento más altas y mayor poder adquisitivo». Como muestra, destacó que su ritmo de crecimiento ronda el 5% y que la renta per capita está cerca de los 20.000 dólares, una evolución muy rápida si se tiene en cuenta que en los años 80 era de 3.000 dólares. A estas ventajas se añaden las garantías para la inversión con las que cuenta Chile, desde donde es fácil repatriar el dinero y que mantiene acuerdos internacionales en la mayor parte del mundo para evitar la doble imposición, es decir, el tener que pagar impuestos dos veces, en el país de origen y el de destino. Es uno de los firmantes de la Alianza del Pacífico, que busca precisamente facilitar el dinamismo en los flujos comerciales entre países. Pero no todos son ventajas, advirtió Solana. «La internacionalización siempre es difícil y en el caso de Chile, aunque hay facilidades para instalarse, es difícil entrar en el mercado porque atrae mucha inversión extranjera y hay mucha competencia. Además, existe un gran control del poder económico y hay que trabajar mucho las relaciones» para tener éxito. A eso se une una alta influencia norteamericana en los negocios, con hábitos distintos que hay que «conocer y superar». La lejanía y diferencia de husos horarios son otros dos inconvenientes. En todo caso, el autor del libro sobre las perspectivas económicas en Chile aseguró que «las empresas que están instaladas están contentas y tienen vocación de permanencia, no buscan dar el pelotazo», como ha ocurrido con muchas firmas españolas desde hace décadas, puesto que España es el primer inversor en Chile «no de ahora, sino desde hace muchos años: a finales de los 70 ya se implantó la empresa vitivinícola Miguel Torres, que no es precisamente una compañía de gran tamaño», indicó el experto, al contrario de lo que ocurre en otros países como Brasil en los que las pymes tienen difícil asentarse. El libro recoge otras experiencias como la de Abengoa, esta vez sí un gigante multinacional, que construirá el mayor centro termosolar de Sudamérica tras ganar el concurso internacional organizado por el Ministerio de Energía de Chile y Corfo. Esta política de concesiones y de colaboración público-privada abre muchas puertas para entrar en el sector de las “grandes obras de infraestucturas territoriales, marítimas y energéticas”, muy necesarias en Chile por su configuración alargada que exige buenas conexiones, y en el que «las empresas españolas aportan su know how». Otros sectores de oportunidad son la minería, especialmente la del cobre; la pesca; la industria forestal y en concreto del desarrollo de la celulosa y otras actividades agrícolas. El libro termina con recomendaciones para las pymes, desde los lugares en los que tramitar la instalación de una empresa hasta el consejo de ser siempre puntual o la advertencia de que los chilenos, por educación, “nunca dicen que no” aunque esa sea la respuesta. En la apertura de las Jornadas sobre las oportunidades de negocio en Chile, que acogerán la presentación del libro, participarán también, además del embajador chileno, el secretario general de Economía, Gaspar Llanes; y la consejera delegada de Extenda, Vanessa Bernad.

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