El hospital Duque del Infantado, instalado en el Pabellón Vasco de la Exposición del 29, ha cerrado una de sus plantas con el inicio de agosto para someterla a obras de reforma y mantenimiento. Los trabajos durarán dos meses, tiempo en el que los más de 60 pacientes que estaban allí internados han sido trasladados al Virgen del Rocío.
Según informaron ayer fuentes sanitarias, ya se ha producido el traslado completo de los 62 pacientes que permanecían ingresados en el Pabellón Vasco. De ahí han sido llevados hasta el cercano Hospital Universitario Virgen del Rocío -centro del que depende el Duque del Infantado-, donde están recibiendo "una atención perfectamente adecuada". Este centro asume, pues, la actividad médica de la planta de hospitalización cerrada por obras, que es la única que se cierra completamente en el Pabellón Vasco.
La asistencia médica está "garantizada" en agosto y septiembre, los dos meses tras los que, según prevé la Junta de Andalucía, estarán finalizados los trabajos en el edificio de la Avenida de la Raza, ya que el resto de los servicios del Pabellón Vasco, como la actividad quirúrgica, el servicio de radioterapia, el de radiología y el laboratorio se mantendrán en funcionamiento.
De esta forma, insisten las mismas fuentes, se "demuestra" que el Pabellón Vasco se mantendrá abierto en el futuro, que "tan sólo" va a ser remodelado para dar "un mejor servicio" a los ciudadanos pero que no se va a cerrar, tal y como temían los familiares de algunos de los enfermos ingresados, en estado terminal en muchos de los casos.
Recientemente, la dirección del Duque del Infantado y del Virgen del Rocío confirmaron que los trabajos que se están acometiendo ya son únicamente de mantenimiento, no de derribo. En un futuro próximo, no obstante, el proyecto es el de construir un nuevo centro de salud en el solar donde hoy se levanta el Pabellón Vasco, ya que se trata de una parcela de propiedad municipal.
Toda la actividad que entonces agrupe el citado hospital se trasladará al Hospital Militar, al Vigil de Quiñones, ya transferido a la sanidad pública andaluza por el Ministerio de Defensa.
