Cinco asociaciones de Sevilla han decidido esta pasada noche abandonar la Federación Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Sevilla (CAIS), después de que la asamblea extraordinaria del colectivo haya reelegido al frente de la misma a José Baena y Ángel Bordas, quienes han venido controlando la gestión de la organización los últimos años. Dicha asamblea extraordinaria fue solicitada por parte de sus entidades fundadoras entre las que se encuentran algunas de las que ahora dejan la CAIS -después de que durante más de tres años no se hayan celebrado asamblea conforme a los estatutos que regulan la entidad y ante el reiterado incumplimiento de los mismos, lo que ha generado una gestión oscurantista y poco participativa. Las cinco asociaciones (Raíces Andaluzas de Triana, Asociación de Vecinos y Comerciantes del Pumarejo y San Luis, Asociación Centro Carlos Cano, Asociación de Vecinos Amigos del Parque de San Jerónimo y la Asociación de Vecinos Estación de Córdoba) dejan por tanto la organización tras lo que consideran una burla al movimiento vecinal ante la falta de respeto de José Baena. Los representantes vecinales de estas asociaciones lamentan el incumplimiento sistemático y reiterado de los estatutos de la CAIS, así como la falta de información y de transparencia en la gestión de la federación durante los últimos años, en los que tanto Baena como Bordas han manejado las riendas de la CAIS. Además de estas cinco, durante los próximos días podrían ser más las asociaciones que abandonen esta federación por los mismos motivos. Polémica subvención La polémica se desató con motivo de la concesión por parte del gobierno municipal, de una subvención a la CAIS, que esta decidió destinar a la celebración del acto españolista de la Plaza de la Pescadería el pasado 12 de octubre. Todo ello sin conocimiento ni de su petición, ni de su finalidad- por parte del resto de entidades conformantes de la Federación de Asociaciones, que forzaron por tanto la celebración de una asamblea extraordinaria en la que se explicara la situación y se procediera a presentar un informe de gestión. Precisamente entre las críticas de las entidades que abandonan la CAIS, se encuentra la absoluta falta de rigor y seriedad durante la presentación del informe de gestión, donde Baena expuso vagamente y casi de memoria algunas actividades de la CAIS, muchas de ellas desconocidas por los presentes ante la patente falta de información de su directiva.
