Dos Hermanas quiere un carril para llegar a la ermita de Valme y la parte sevillana del suelo en el que se asienta la universidad Pablo de Olavide. Con esta premisa de mínimos se sentará el Consistorio nazareno en la comisión anunciada por Sevilla para intentar poner paz en el conflicto por la frontera entre ambos municipios.
Sevilla y Dos Hermanas se van a ver las caras en una comisión que se pondrá en marcha en septiembre para tratar de resolver un problema que nace en 1937, cuando un decreto franquista le amputa 2.763 hectáreas al término municipal nazareno y las transfiere al hispalense. En estos terrenos se levantan hoy barrios sevillanos como los de Bellavista, Pineda y parte de Los Bermenales y Heliópolis, en los que viven casi 25.000 personas.
Dos Hermanas ha acogido bien la creación de este órgano de negociación, pero insiste en sus mínimos: quiere el suelo de la UPO que es término de Sevilla y los terrenos de Valme, así como un camino bajo su titularidad hasta la ermita. Con estos enclaves, Dos Hermanas se daría por satisfecha y, según su alcalde, Francisco Toscano (PSOE), estaría dispuesta a retirar el recurso planteado ante el Tribunal Supremo.
El Alto Tribunal admitió a trámite hace unas semanas el recurso de Dos Hermanas, elevado después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) le diera la razón al Ayuntamiento de Sevilla. Este paso del Supremo propició que, el pasado 8 de julio, el pleno nazareno aprobase instar a Sevilla a una nueva negociación, petición que ha servido como excusa al alcalde hispalense, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), para anunciar el pasado sábado esta comisión.
¿Y por qué da Sevilla ahora este paso? Indudablemente, la sombra del Supremo planea sobre la decisión. "Dos Hermanas no pierde nada, como mucho se queda como está, pero para Sevilla el riesgo es muy grande, nunca sabes cómo vas a escapar de un juicio", apostilla Toscano. Y es que, ya puesto en faena, ¿quién garantiza que el Supremo no decida, por ejemplo, anular aquel decreto franquista y devolverle a Dos Hermanas íntegramente sus 2.763 hectáreas?
De partida, Dos Hermanas no busca quedarse con barrios ya asentados en Sevilla, pero con una sentencia a su favor tendría una posición de fuerza a la hora de una posterior negociación. Ahí el Consistorio nazareno podría poner sobre la mesa una tercera vía, que la frontera la marque la SE-30. Sevilla se quedaría así con sus barrios, pero serían nazarenos terrenos sin edificar como Cuarto, Villanueva del Pítamo y "media Tablada", es decir, todos los suelos de la expansión sevillana hacia el sur. En este caso, se habilitaría un corredor de titularidad hispalense en torno a la N-IV para conectar con la barriada de Bellavista.
Aunque eso ya se negociará, lo cierto es que lo lógico es que al final la sangre no alcance el río. Hasta que llegue ese momento, el primer paso se dará en septiembre con la reunión inicial de la comisión, en la que Toscano quiere que estén los partidos de la oposición en Sevilla (PP) y Dos Hermanas (PP e IU), para intentar alcanzar un acuerdo institucional con el respaldo de todas las formaciones políticas. Dos Hermanas está convencida de que se puede llegar a un acuerdo, mientras que Sevilla ha dado un paso en esta dirección al pasar del "nunca negociaremos" a crear esta comisión. El próximo capítulo se escribirá en septiembre.
