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Cocaína en la sala de máquinas de un petrolero

Media tonelada de droga estaba en un compartimento que comunica con el eje del timón a la que se accede desde el interior del barco a través de una pequeña escotilla. El buque partió de Maracaibo a mediados de septiembre y se encontraba en el Puerto de Tarragona realizando el relevo de los capitanes.

el 17 oct 2009 / 09:59 h.

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Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han intervenido 510 kilos de cocaína que estaban ocultos en la sala de máquinas de un petrolero. La droga fue localizada en una habitación que comunica con el eje del timón a la que se accede desde el interior del barco a través de una pequeña escotilla. El buque había partido de Maracaibo, rumbo a Egipto, a mediados del mes de septiembre y se encontraba amarrado en el Puerto de Tarragona para realizar el relevo de capitán. Esta actuación contra el narcotráfico se enmarca dentro de los controles que se realizan sobre los buques procedentes de las denominadas “rutas calientes”.

 

 

 

 

 

 

Los agentes especializados de la Policía y de la Guardia Civil en la lucha contra las redes internacionales dedicadas al tráfico de estupefacientes, trabajan de manera conjunta para evitar la entrada en nuestro país de sustancias estupefacientes. Tras analizar diversos factores de riesgo y debido a los novedosos sistemas utilizados por los “narcos” para ocultar los cargamentos –en compartimentos estancos de los buques, mediante recipientes adosados al casco por debajo de la línea de flotación,…- se decidió realizar una inspección preventiva del petrolero.

 

 

 

El barco había partido de la localidad venezolana de Maracaibo y estaba amarrado en el Puerto de Tarragona. Ante la posibilidad de que ocultara un cargamento de estupefaciente los agentes contactaron con los capitanes para proceder a la inspección del buque.

 

 

 

Ya en el interior del barco, concretamente en la sala de máquinas, se pudo observar a través de una especie de escotilla el interior de una habitación que comunica con el eje del timón. En el habitáculo, que en condiciones normales debe estar vacío, los agentes descubrieron que había varias bolsas negras de lona.

 

 

 

 

Hasta el escondite donde había sido transportado el cargamento sólo se podía acceder a través de una pequeña ventana o bien desde el agua. El Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil utilizó esta última vía para llegar hasta el compartimento en el que localizó 14 fardos, que se encontraban sujetos mediante un sistema de cables de acero y mosquetones. Tras sacarlos al exterior se verificó que contenían 510 kilos de cocaína, divididos en paquetes de aproximadamente un kilo cada uno.

 

 

 

 

 

 

Modus operandi. Las primeras investigaciones apuntan a que los fardos pudieron ser introducidos por un grupo organizado de narcotraficantes desde el exterior del petrolero mientras éste se encontraba fondeado. Para ello utilizan embarcaciones neumáticas que se aproximan a la popa del buque y, equipados con trajes de buceo, introducen los paquetes con el estupefaciente en zonas de difícil acceso para intentar eludir los controles policiales. Una vez en el puerto de destino, recogen la droga por el mismo procedimiento y la trasladan a tierra para su distribución.

 

 

 

La operación ha sido realizada por agentes de la UDYCO de la Comisaría Provincial de Tarragona, de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña; junto con agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona; y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.

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