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Cocina con historia

el 18 mar 2011 / 09:50 h.

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Bandoleros en la calle Feria. El Correo.

El último bandolero no vivaquea por la Serranía de Ronda, ni acecha en los estrechos pasos de Sierra Morena, el último bandolero de Andalucía viene de la Sierra de Huelva, pero es de los bandidos buenos, de los que dan buen comer y buen beber al pueblo. Tiene casa abierta en la calle Ancha de la Feria y se le conoce como Paco el Largo, Fernández González en la partida de nacimiento. Este hombre, enjuto y barbado como un sargento de los Antiguos Tercios de Flandes pero amable y cercano, tiene posada en la calle ancha de la Feria.

Paco se unió a Pilar para dar forma al proyecto, Pilar Garitagoitia Urizar, de Zaldibar (Vizcaya) aunque lleva ya veinte años en Sevilla.

Junto a Pilar y Paco, dándole cobertura a la amplia barra del local, Álvaro López, otro personaje digno de llevar una de esas lanzas que rascan el velazqueño cielo de Breda.

En la cocina reina Javier Ferrera, de la cantera heliopolitana, escuela de hostelería que ha dado jóvenes promesas a los fogones sevillanos en los últimos años. En la cocina se trabaja con productos de mercado, de la calle Feria por más señas.

Nada más llegar llama la atención las puertas del local y la barra, hechas con chapas de encofrar, unos grandes esteros de esparto cubren la zona de almacenaje y, por las paredes, la historia del bandolero Pasos Largos. Sobre la barra una champanera con Tío Pepe y diversos blancos para copear, una pequeña damajuana con vermouth casero de Bollullos, que se sirve con cáscara de naranja. En las pizarras tintos por copas, magníficos Luis Alegre de Rioja y Carramimbre de Ribera, un clásico Viña Pomal, y una apuesta más arriesgada, Cuatro Pasos del Bierzo, cava climatizada y buenas copas, esto promete.

Una pizarra más grande enumera una retahíla de tapas, nos dejamos aconsejar por Javier y probamos un ya clásico maqui de ternera, hamburguesita sobre pan de tomate con camembert y pimiento asado, bien presentado y rico de sabor, el puerro gratinado, cocido previamente, cubriendo un langostino con crema de gambas, bechamel y queso derretido, original y sabroso, un Boletus confitado a baja temperatura con lascas de parmesano nos trae recuerdos de bosque que casan muy bien con los frutillos del Luis Alegre. La casa trabaja bien el cerdo ibérico, carnes y chacinas de Los Romeros de Jabugo, dejamos para otra ocasión la berenjena rellena gratinada, lomo alto de ternera y el magret de pato. Se sirve un guiso del día.

La banda la completan Ana atendiendo las mesas, y Pepe Luna y Nora Graciella en los fogones.

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