Cultura

Colin Farrell, un ídolo junto a la Giralda

La estrella hollywoodiense apoya el filme Triage con su presencia en el Festival de Sevilla.

el 06 nov 2009 / 21:46 h.

Mediodía, terraza del hotel EME Fusión, con la Giralda casi al alcance de la mano y un sol de justicia cayendo a plomo.

Colin Farrell mira a la prensa a través de sus Ray Ban, toma un pitillo American Spirit de un paquete amarillo chillón y fuma con parsimonia mientras responde. Ha venido a respaldar con su presencia la presentación del filme Triage, en el que encarna a un fotógrafo de guerra traumatizado y comparte créditos con la sevillana Paz Vega y el inolvidable drácula Christopher Lee.

Farrell comentó que el giro europeo que parece haber dado su carrera en los últimos años no es en absoluto premeditado. "Es sólo la respuesta que tengo a los guiones que me envían. Al principio sí intenté aprovechar el momento, hice Tigerland y me llegaron muchas ofertas. Durante seis o siete años tuve la suerte de trabajar con Oliver Stone, con Spielberg, aunque también hice otro tipo de películas, como Intermission. No me he limitado a ningún tipo de géneros. Mi carrera es ecléctica tanto en la experiencia como en los resultados", explicó el irlandés, que acaba de estrenar también El imaginario del doctor Parnassus.

No obstante, han sido ya varias las producciones en las que hemos visto a Farrell rodeado de fusiles y trincheras, y él lo admite con una sonrisa. "La verdad, no sé por qué he hecho tantas películas bélicas, si no me daban un papel de soldado era de policía... Quizá sea una manera de realizar las fantasías de mi niñez de una manera muy segura, pero sí, creo que ya he visto suficientes armas", afirma.

"Danis Tanovic [director de Triage] es una persona con experiencia de la guerra en Sarajevo y sabe lo que hace a las personas, tanto emocional como psicológicamente; me fue de gran ayuda hablar con él", aprecia.

Por otra parte, el popular actor, que perdió 20 kilos tomando café para trabajar su personaje, explica que el personaje de Mark Walsh no ha sido uno más. "Se supone que no deben afectarme los personajes, ni puedo llevarme conmigo toda su carga emocional, pero en este rodaje no fue fácil", asevera.

"Rodamos 14 horas diarias, seis días a la semana, y al final estaba agotado. No siempre puedes apagar e irte a casa sin más".

Con respecto a la tradicional distinción entre el cine de Hollywood, considerado más espectacular, y el europeo, más introspectivo, Farrell cree que, "en efecto, todo en América es más grande y más ruidoso, los deportes o los anuncios son más agresivos, pero también se está haciendo un buen cine independiente. Y a la vez, hay directores europeos que pueden ser muy espectaculares, como Luc Besson. Hay de todo en todas partes. Acaso el cine europeo se centre más en las reacciones de la condición humana, pero muchas veces también es una cuestión de presupuesto".

No rehuyó el actor referirse a la demanda que interpuso para impedir la difusión en internet de un vídeo en el que aparece practicando sexo con una modelo. "Todo eso es demasiado grande, está fuera de mi control. No se puede parar, y creo que la mejor manera de afrontarlo es dejar que pase todo", admite sin complejos.

Y agrega: "Si me implicara en eso, sería una ruina para mí. Hay cosas buenas que son resultado de lo que hago, y luego episodios como estos que para mí no son reales, no tienen ningún lugar en la vida cotidiana. Lo cierto es que cuando se acuñó la expresión libertad de expresión no existían medios como los que tenemos ahora, que permiten hacer comentarios insidiosos y esconder la mano. Es un medio nuevo, estamos aprendiendo poco a poco, aunque lo menos que puede hacer la gente es dar la cara", apostilla el ídolo.

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