Chica lamenta uno de los cinco goles que la Real marcó al Betis en la primera vuelta / Josune Martínez
La historia tiene a veces una forma de desenvolverse que da que pensar. Si el descenso del Betis se consuma este mismo sábado, no será la primera vez que ocurra en una temporada en la que jugó en Europa y tampoco será la primera vez que ocurra en un partido ante la Real Sociedad en el estadio Benito Villamarín. Ambas circunstancias rodearon uno de los descensos más imprevistos de la historia de las trece barras, el de la campaña 77-78.
En aquel curso, el Betis participó en la Recopa de Europa como campeón de la Copa del Rey, la que se adjudicó en la mítica tanda de penaltis ante el Athletic en el estadio Vicente Calderón. En la Liga le fue fatal y llegó a la última jornada sin depender de sí mismo para salvarse. De hecho, ganó a la Real (1-0), pero acabó siendo el damnificado de un triple empate a 30 puntos con el Hércules (que empató en casa con el Burgos, 0-0) y el Español, que estaba salvado de antemano y perdió.
El paralelismo es sorprendente, ya que el Betis, después de competir en la Liga Europa, puede bajar a Segunda incluso ganando a la Real en el Villamarín.
