Para los andalucistas. Se habían quedado sin voz en el Ayuntamiento de Sevilla tras las últimas municipales, y ahora les sucede lo mismo en la cámara autonómica. Con lo que eso conlleva. Falta de recursos y lo más importante, ausencia de un instrumento tan valioso como la caja de resonancia que significa el parlamento. Ya se sabe que el electorado castiga a los hermanos que riñen entre sí. Pero Julián Álvarez se presentaba como el hombre de consenso, fruto de la fusión, que no de la fisión. Y sin embargo, hasta los propios votantes de siempre han desconfiado del acuerdo y de sus siglas.
Estas elecciones generales pasarán a la historia de los andalucistas como la de los 11.919 votos que lograron en la capital de Andalucía. El tiempo no ha pasado para mejor, y sí para peor en ésta formación. ¿Y ahora? Las travesías del desierto se han conocido en el Ayuntamiento, pero no en el parlamento, del que han salido por vez primera. ¿Desintegración ó reactivación?
Periodista. shachuel@unionradio.es
