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Con buena estrella

Un futuro más que optimista se divisa en el horizonte para Coria del Río, un municipio cuyo desarrollo en los próximos años será tan vital en el Aljarafe como en el área metropolitana ya que está calificado como área de centralidad en la aglomeración urbana.

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Un futuro más que optimista se divisa en el horizonte para Coria del Río, un municipio cuyo desarrollo en los próximos años será tan vital en el Aljarafe como en el área metropolitana ya que está calificado como área de centralidad en la aglomeración urbana.

Estos factores lo colocan como uno de los municipios más emergentes en pleno Aljarafe y que ya había demostrado su potencial como motor económico con la puesta en marcha de un proyecto clave en los últimos tiempos en la comarca: el polígono La Estrella.

Ubicado en la finca del mismo nombre, este polígono permitirá crear 5.000 empleos, según los cálculos más optimistas. Hoy día ya funciona con numerosas empresas allí asentadas si bien su pleno desarrollo estaba pendiente de la aprobación del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus).

El primer borrador refrenda este proyecto aportándole carácter supramunicipal y contemplando ya su ampliación con 25,3 hectáreas como área de oportunidad productiva. El objetivo es convertirlo en un referente y pujar así por tomar el relevo del buque insignia de los polígonos en la comarca, el PISA de Mairena del Aljarafe.

Para ello, se proyecta dotarlo de la última tecnología en su edificación y de espacios para aparcamientos de turismos y camiones, amplias avenidas, zonas verdes y dos edificios inteligentes que darán servicios complementarios para las empresas. De hecho, entre las últimas acciones emprendidas se procedió al cerramiento del recinto para reforzar y garantizar la seguridad de los negocios allí ubicados.

Sin duda, son muchas las esperanzas que el Ayuntamiento de Coria del Río tiene depositadas en un proyecto para el que firmó un convenio urbanístico en 2004 con el propietario de entonces de toda la finca que supuso la mayor cesión de suelo en la historia del municipio.

En concreto, se hizo así con la mitad de la superficie del terreno a cambio de la recalificación también del resto -hasta entonces suelo rústico- para hacer viviendas. Y es que ésta es la segunda pata de un proyecto que aglutina la atención en el entorno por su enorme envergadura y estratégica ubicación a escasos minutos de la capital hispalense por autovía.

De este modo, junto al parque empresarial se dio vía libre también a la construcción de 1.500 viviendas de protección oficial (VPO), una de las mayores apuestas del alcalde, José Vicente Franco (PSOE), que se marca como principal reto cubrir la demanda existente, sobre todo, en respuesta a los más jóvenes del municipio.

De la misma manera, en la consecución de este objetivo el Potaus es una herramienta de ayuda pues contempla también un área de oportunidad residencial, de 20 hectáreas y con capacidad para otro millar de viviendas de las que entre el 60% y el 70% serán de VPO tal y como recoge dicho documento según los principios impuestos por la Consejería de Obras Públicas. Toca ahora el turno al municipio de delimitar con precisión los suelos donde se ubicará esta urbanización. Otra labor pendiente es el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), todavía muy retrasado.

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