Un Juzgado de lo contencioso-administrativo ha condenado al Ministerio de Justicia a abonar 10.000 euros a unos padres de Sevilla que tuvieron que esperar más de 3 años para que se les resolviera el problema con sus hijas menores, de 4 y 6 años. La sentencia recoge que "no existe causa alguna que pueda justificar el enorme retraso que se ha producido en la resolución de la adopción. Y asegura que "se ha producido un daño moral que consiste en un sufrimiento o padecimiento psíquico o espiritual, impotencia, zozobra, ansiedad, angustia, estados de ánimo permanentes o de una cierta intensidad. Además, apunta a que el tiempo que se ha tardado en resolver no puede considerarse razonable ni justificado y afirma que "se ha producido un funcionamiento anormal de la Administración de Justicia que conlleva unas consecuencias que el administrado no tiene la obligación de soportar.