¿Se veía venir? Estepona devuelve a la Costa del Sol al terreno del escándalo y del sonrojo. Dice la Fiscalía que funcionaban como en Marbella, dicen los vecinos que no les sorprende, dice un informe de la Cámara de Cuentas que en 1997 ya se detectaron prácticas como la de Astapa. El PSOE reaccionó con rapidez expulsando a sus militantes, pero permitió en su día que Antonio Barrientos pactase con los ex gilistas y le devolvió su confianza para ser candidato en 2007. Ahora se arrepiente.
Campeón. "Otra vez en los guiñoles". El comentario lo hacía Javier Arenas, a modo de guiño, a un periodista en el congreso de Valencia. Se ve que se gustaba en el papel de Campeón, con el que le caricaturizaron. Lo que le gusta es estar de nuevo en la primera fila y hacerlo sin que parece que escapa de Andalucía tras una derrota electoral. Ser el más marianista sin dejar de acentuar que fue de la confianza de Aznar. Negar las cuotas territoriales, pero barrer para casa.
Comer ostras. Resulta difícil a estas alturas atisbar la fórmula para que cuando se hable del Consejo Audiovisual se le identifique con algún informe de calado o una aportación a la salud audiovisual de Andalucía. Por méritos propios o ajenos, lo cierto es que el Consejo Audiovisual se identifica con las cuotas partidistas, la bronca, las filtraciones y ahora las ostras que se comieron un día en un restaurante algunos de sus integrantes.
Respeto a la cuota. Dice el PP que ésa es la causa por la que dejará vía libre al PSOE para que sea elegido Juan Montabes como consejero del Audiovisual, en el hueco que dejó en la cuota socialista el dimitido presidente Manuel Ángel Vázquez Medel. Y asegura que lo hace porque así lo manda la tradición parlamentaria y para no bloquear la institución. ¿De verdad que no están hablando en el fondo sobre RTVA? ¿De verdad que la negociación sobre la nueva dirección de la cadena está rota? Demasiada colaboración.
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