Ya lo dejaron claro en el pasado pleno del Parlamento: PSOE y PP están inmersos en un ambiente preelectoral en el que no caben pactos, aunque estén de acuerdo en algún asunto. Es el caso del rechazo rotundo que los dos partidos mostraron desde el primer momento ante la ofensa del candidato de ERC, Joan Puigcercós, a Andalucía, cuando en un mitin de campaña dijo que en la comunidad "no paga impuestos ni Dios". La indignación de socialistas y populares -y de todo el ámbito político español- fue total y cada grupo decidió pedir en la Cámara la reprobación del líder nacionalista. Pero a la hora de plasmarlo en el papel, PSOE y PP han aprovechado para atacarse mutuamente. La crispación en Andalucía está servida, aunque los que estén en plena campaña sean los partidos catalanes.
El último capítulo de esta gresca se produjo por la tarde, cuando el PSOE salió rápido a denunciar un "nuevo insulto del PP". Exigió la rectificación inmediata de la consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, quien había asegurado que los ordenadores que la Junta facilita a los alumnos "se venden por 50 euros en un mercadillo".
Los socialistas, que ya han anunciado que llevarán mociones a los ayuntamientos contra las palabras de Puigcercós, quieren que el Parlamento censure "todas las declaraciones que hayan atentado contra la dignidad de los andaluces", incluidas las de dirigentes nacionales del PP. En su propuesta se enumeran varios ejemplos pero sin nombrar a sus autores: el "pitas, pitas" de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, que los niños andaluces son "analfabetos" -lo suscribió Ana Mato- o cuando Alejo Vidal-Quadras llamó "cretino integral" a Blas Infante. Para el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, la "derecha ha abonado el terreno" para este tipo de insultos. Los socialistas, además, pedirán un respaldo a la declaración institucional que hizo el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, por las injurias de Puigcercós.
Pero es precisamente el "comportamiento" de Griñán y de los anteriores presidentes socialistas el que, según el PP, da pie o "invita" a manifestaciones como las del político catalán. Los socialistas, a juicio de la portavoz popular, Esperanza Oña, "no son inocentes", sino "responsables" de la imagen que se tiene de Andalucía. Recordó también otras declaraciones que han hecho en estos años dirigentes del PSOE pero ni estos ejemplos ni la crítica a la actitud de Griñán aparecen expresamente en la propuesta que llevará el PP al próximo pleno. El partido lo justifica por "elegancia". Sí se insta a la Junta a estudiar acciones legales contra las acusaciones "calumniosas y falsas" de Puigcercós.
Polémicas aparte, el próximo pleno del Parlamento no celebrará un debate general sobre el futuro de las cajas de ahorro, como reclamaba la oposición. El PSOE rechazó esta fórmula pero sí comparecerá el consejero de Economía, Antonio Ávila, para tratar este asunto. Además de las propuestas de reprobación del candidato de Esquerra, el PSOE instará al Gobierno andaluz a que refuerce la lucha contra la violencia de género, sobre todo en el ámbito juvenil. IU defenderá una iniciativa sobre el cambio climático. Por cupo, al PP se le queda fuera la propuesta de derogación del decreto de reordenación del sector público.
