El jefe de Mantenimiento de fabricación de la planta de jabones Persán sufrió quemaduras de segundo grado, y el ingeniero de Procesos resultó también herido al recibir un chorro de agua caliente de una de las torres de detergente. Fue al abrir una compuerta en la que se había almacenado, a altas temperaturas, el agua que los Bomberos habían empleado para apagar un incendio recién sofocado. Los dos permanecen ingresados, mientras que otros dos empleados y dos bomberos, que sufrieron heridas de menor consideración, fueron atendidos sin requerir ningún ingreso hospitalario.
El suceso se produjo en torno a las 13.30 horas del miércoles, cuando comenzó a arder una de las dos torres de secado del detergente en polvo de la fábrica de Persán. Según la hipótesis inicial se trató de un sobrecalientamiento que hizo que surgieran las llamas por autoignición, según explicó ayer Persán a través de un comunicado.
El 112 recibió varias llamadas de testigos alertando del fuego, al que acudieron en torno a una veintena de bomberos de varios parques de la ciudad, así como los servicios sanitarios y la Policía.
El incendio fue sofocado en poco tiempo, pero el incidente vino después, cuando los dos jefes y los dos operarios indicaron a los bomberos que iban a entrar a realizar una inspección preliminar cuando todavía se estaban realizando labores de refresco. Aunque según fuentes presenciales fueron advertidos del riesgo por los bomberos, los trabajadores decidieron entrar y al abrir la compuerta de la torre de secado afectada recibieron un chorro de agua ardiendo. Al parecer se trataba del agua lanzada por los bomberos que, al acumularse en el interior de la torre ardiendo, había alcanzado altas temperaturas, según explicaron fuentes tanto de los servicios de bomberos como de la empresa. Fuentes de Persán admitieron que el incidente pudo deberse a que los trabajadores entraron con el fuego demasiado reciente, aunque pospusieron cualquier consideración a que se analice lo ocurrido con detenimiento. Ahora lo revisaremos todo, pero lo importante es ver cómo evolucionan los heridos, que afortunadamente están fuera de peligro, explicó un portavoz.
El herido más afectado, el jefe de Mantenimiento de fabricación, sufrió quemaduras de segundo grado por el agua y fue trasladado al hospital Virgen del Rocío, donde permanece ingresado, aunque no ha sido necesario que permanezca en la UCI, según explicó la empresa en su comunicado. El ingeniero de Procesos, con quemaduras de menor importancia, permanecerá hospitalizado los próximos cuatro días en observación. Los otros dos trabajadores que fueron atendidos fueron dados de alta, al igual que los dos bomberos heridos.
La empresa indicó ayer que, con las limitaciones derivadas de la breve inspección que se ha podido realizar, no se han detectado daños de importancia en las instalaciones ni en la estructura del edificio, gracias a los revestimientos ignífugos y medidas de protección pasiva. Persán estima que hasta que pueda entrar, 24 horas después del fuego según el protocolo de los bomberos, la fábrica podrá funcionar hoy al 90% y los daños que se hayan producido podrán solventarse en un máximo de cuatro días.
