Cuatro menores de edad han aceptado condenas de un año de internamiento y ocho meses de libertad vigilada por la "brutal agresión", según la Fiscalía, a otros dos jóvenes con los que se pelearon en la zona de botellona de Viapol. Algunos de ellos también participaron en otra reyerta en la Plaza España.
Fuentes del caso informaron de que el juicio estaba previsto para el pasado miércoles en el Juzgado de Menores, pero no llegó a celebrarse porque los cuatro acusados reconocieron los hechos y aceptaron las peticiones de condena. Previamente, los padres de dos de ellos depositaron los 8.160 y 5.560 euros que el fiscal pedía como indemnización para cada uno de los agredidos. De hecho, los jóvenes acusados pertenecen a familias adineradas.
Los cuatro acusados, de 17 años cuando ocurrieron los hechos, pertenecen a "familias estructuradas", según el fiscal, lo que no impidió que a las 2.30 horas del 29 de septiembre de 2007 agredieran con botellas, patadas y puñetazos a un joven que sufrió la fractura del cúbito y a otro que quedó con tres cicatrices de 2,5, 2 y 1,5 centímetros en la cara.
La agresión se produjo en la zona de botellona de Viapol, tras una discusión de tráfico sin importancia protagonizada por uno. Parte de estos jóvenes participaron dos semanas después, el 12 de octubre, en otra agresión en la Plaza de España a un joven que salió en defensa de una pareja a la que acosaban los acusados, asunto que está pendiente de juicio aunque también es posible que se alcance una conformidad.
Las citadas fuentes explicaron a Efe que, al aceptar los hechos, los cuatro acusados aseguraron al juez que están "arrepentidos de lo que hicieron, que no volverán a meterse en líos, que han aprendido la lección y que en este tiempo, cuando han tenido provocaciones, se han ido del lugar".
Uno de los condenados a un año de internamiento relató al juez que este año ha terminado Bachillerato y el año próximo entrará en la Universidad. El segundo aseguró que le han quedado dos asignaturas de segundo de Bachillerato y que, si las aprueba en septiembre y pasa la Selectividad, también se matriculará en una carrera universitaria.
Por ello, sus letrados solicitaron al juez que deje en suspenso la condena o la sustituya por libertad vigilada, sobre lo que el magistrado se pronunciará en la sentencia. En su acusación, el fiscal recogía que los chicos, pese a ser de familias sin problemas, presentan deficiente control de sus impulsos, se relacionan con amigos "de riesgo" y uno de ellos se ha iniciado en el consumo de cannabis y alcohol y estuvo implicado en otros delitos.
