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Cuéntame un cuento

Escribir quería del cómo y el por qué del naufragio de Bilbao, pero me pueden las caras. Todo un mosaico multiexpresivo antes, durante y después.

el 15 sep 2009 / 23:40 h.

Escribir quería del cómo y el por qué del naufragio de Bilbao, pero me pueden las caras. Todo un mosaico multiexpresivo antes, durante y después. Confianza, ilusión, esperanza, incredulidad, desesperación, impotencia, esperanza otra vez, incomprensión, ofuscación, cabreo, cabreo, cabreo, y, finalmente, resignación. No es perder, sino cómo. Sólo un equipo hubo que ganar (pasar) quería, y voto a bríos que jugar, jugó, el único que lo hizo fue, y ganar, ganó, y pasar, pasó. ¿Por qué, dioses del fútbol, el ejército de Nervión, armado y con ambición, ni entrar en la batalla, ni resistencia ofrecer, ni dignamente combatir consiguió? Solamente Dios lo sabe, pero la plebe se encrespa, se levanta e hierve, y cada uno ofrece, como libremente entiende, explicación a tanta perdición.

El entrenador: Es incapaz de grabar una impronta ganadora a los jugadores de su plantilla, y así lo ha demostrado en los partidos más trascendentes con su incapacidad para gestionarlos. La conclusión es que no la tiene. Los jugadores: la causa más común ofrecida para justificar su apatía y falta de intensidad es la ausencia de "hambre", tras los éxitos conseguidos (ocho futbolistas de los del miércoles compartieron los títulos) o el perfil nada ambicioso de los nuevos. Así vimos a Jesús Navas y Kanuoté, los dos jugadores más serenos de toda la plantilla, desquiciados, o a la defensa menos goleada de la liga incapaz de formar la línea de forma coherente. Y el Presidente: nada como lo que dijo Fran Yeste tras el final del partido: "las palabras de su Presidente nos han enrabietado y nos han ayudado mucho a meternos en este partido". Para eso, no abra la boca, Presi.

Urge un análisis profundo de los "tempos". Y para terminar, lo que dicen fuera de Sevilla, que lo vio toda España: Mi colega Joserra, de Madrid, y aficionado atlético de pro: "El Sevilla se lo merece, se está pareciendo al Real Madrid, mucho abrir la boca y presumir, y, en los momentos clave, se la pega con estrépito". No comment. Y el Sevilla-Almería de la liga pasada, 1-4. Ni felices, ni perdices.

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