Un jurado declaró ayer por unanimidad culpable a un hombre acusado de pagar a un sicario, también condenado, para asesinar a dos de sus hermanos y quedarse con la herencia. Ambos asesinatos fueron perpretados en marzo de 2008 en Villanueva del Trabuco (Málaga).
Tras la lectura del veredicto, el fiscal reiteró su petición de 25 años de prisión para cada uno de los acusados y por cada uno de los dos delitos de asesinato, es decir, un total de 100 años, al tiempo que solicitó una multa de 1.500 euros para el sicario por robar la escopeta del crimen. Los jurados rechazaron el indulto y la remisión de condena solicitada por la defensa del hermano por la atenuante de confesión. El letrado de éste pidió 22 años por ambos asesinatos y la defensa del sicario 20 por cada delito y cuatro días de localización por el hurto.
Según el fiscal, desde agosto de 2007, uno de los acusados contactó con el otro proponiendo que matase a sus hermanos, al tener conocimiento de que si éstos fallecían, "él recibiría una sustanciosa herencia". En marzo de 2008, el hermano de las víctimas acompañó al otro procesado a una finca de olivar donde sabía que iban a estar los hombres más tarde. El asesino contratado acudió en el momento indicado al lugar "asegurándose de no ser visto" y se acercó a unos tres metros de las víctimas, sorprendiéndolas "desprevenidas", sentadas en el suelo, comiendo y "sin posibilidad de reacción", según la Fiscalía. El hermano de los fallecidos negó que ofreciera dinero al otro acusado y aseguró que éste "había amenazado de muerte" a las víctimas porque "le debían un dinero, unos 48.000 euros". El sicario primero dijo haber actuado por "presiones" para después asegurar que no había matado "a nadie" y en que no sabía disparar una escopeta.
Mientras, en Córdoba, otro tribunal consideró culpable a M.D.M. por matar a su hermano el 23 de agosto de 2008, tras darle tres puñaladas en casa de la madre donde ambos convivían. El jurado consideró probado que ese día el procesado se encontraba en casa con sus hermanos, con los que mantenía pésimas relaciones, cuando dos de ellos se enfrentaron. El acusado apaleó a su hermano, lo retó a pelear en la calle y, tras coger un cuchillo de la cocina, lo mató.
