Justo al revés que su antecesora en el cargo, Carmen Calvo, que centralizó todas las políticas culturales en tres direcciones generales y una única agenda de comparecencias -la suya-, la consejera Rosa Torres presentó ayer un organigrama cuajado de tentáculos en el que destaca la creación de una Secretaría General de Políticas Culturales y hasta cinco Direcciones Generales.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó ayer la nueva estructura de la Consejería de Cultura, que contempla un "nuevo centro directivo": la Secretaría General de Políticas Culturales, "que tiene como finalidad coordinar las direcciones generales de Libro, Bienes Culturales y Museos y Arte Emergente", según explicaron a El Correo fuentes de la Consejería.
Al frente a este nuevo puesto, la consejera ha situado a la hasta ahora secretaria general técnica, la malagueña Lidia Sánchez, que tendrá el rango de viceconsejera. Con 20 años de experiencia en la gestión, acompañó a Rosa Torres en la Delegación Provincial de Cultura de Málaga entre 1999 y 2004.
La Dirección General de Fomento y Promoción Cultural, por su parte, es suprimida del organigrama y su responsable, Guadalupe Ruiz, pasa a dirigir Bienes Culturales, de la que sale el antequerano Jesús Romero. La antigua Dirección General de Museos pasa a denominarse de Museos y Arte Emergente, a cuyo frente continuará Pablo Suárez.
La del Libro y Patrimonio Bibliográfico y Documental se mantiene y, aunque el Consejo de Gobierno no lo explicitara ayer, sigue teniendo al frente a la cordobesa Rafaela Valenzuela.
Finalmente, el viceconsejero, José María Rodríguez, ha sido confirmado en su cargo, del que dependerán las nuevas direcciones generales de Infraestructuras Culturales y de Industrias Culturales y Artes Escénicas.
Esta última asumirá las funciones de la antigua Fomento, mientras que la primera coordinará "las grandes obras de la Consejería aún por ejecutar", como el Parque de los Cuentos y la Residencia de nuevos creadores de Málaga, o el Centro de Arte Contemporáneo C4 de Córdoba.
En esta nueva estructura, los organismos adscritos a la Consejería siguen siendo el Patronato de la Alhambra y el Generalife, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales (Epgpc) y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. A ellos se suma el flamante Centro Andaluz de la Imagen, un nuevo organismo adscrito que aglutina a la Filmoteca de Andalucía (con sede en Córdoba) y al Centro Andaluz de la Fotografía (establecido en Almería).
A falta de nombrar a su director, quedan en el aire también los cargos de los responsables actuales de estas dos instituciones, José Enrique Monesterio en el caso de la Fimoteca y Pablo Julián, en el de la Fotografía.
reestructuración. La consejera Rosa Torres diversifica así aún más las competencias de su Consejería -que ya pasó a tener 4 direcciones generales en el primer mandato- y las suyas propias, con la figura de un viceconsejero de amplísimos poderes -invisible, por ejemplo, en la etapa de Calvo- y un aplísimo equipo que tiene como misión poner en marcha el Plan Estratégico de la Cultura de Andalucía (PECA), aprobado por el Consejo de Gobierno poco antes de las elecciones.
