Juan Pablo II se convertirá hoy en beato tan sólo seis años y 29 días después de su fallecimiento, el 2 de abril del 2005. Supera en 15 días a Teresa de Calcuta y se coloca únicamente por detrás de algunos otros elegidos, como Francisco de Asís, elevado a los altares en 1228, dos años después de su muerte.
Benedicto XVI será el encargo de oficiar la misa de beatificación en la Plaza de San Pedro de Roma (10.00 horas) y donde podrían congregarse 300.000 peregrinos. Es la primera vez en la historia que un pontífice es beatificado por su inmediato sucesor, en este caso Joseph Ratzinger, que fue un gran colaborador de Juan Pablo II al frente de la Congregación de la Doctrina de la Fe cuando era el cardenal Prefecto de este dicasterio.
La ceremonia de beatificación comenzará con la lectura de la llamada fórmula de beatificación, que consiste en leer los aspectos principales de la vida del beato, incluido el milagro que hoy lo elevará a los altares: la curación del Parkinson, la misma enfermedad que sufrió Karol Wojtyla, a la religiosa francesa Marie Simon Pierre, de la Orden de las Hermanitas de la Maternidad, a los pocos meses de su fallecimiento.
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, explicó ayer que hoy se trasladará el féretro de Juan Pablo II ante el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro. Finalizada la misa y la ceremonia de beatificación, los peregrinos podrán venerar los restos de Karol Wojtyla y no se cerrará la basílica de San Pedro "hasta que no haya pasado el último peregrino", según confirmó Lombardi.
Ante la posibilidad de que lleguen al menos un millón de personas a Roma para venerar el cuerpo, Lombardi aseguró que la basílica permanecerá abierta "toda la noche" si fuera necesario y tan sólo se cerrará durante unos minutos para llevar a cabo las tareas de limpieza.
Previamente, ayer, alrededor de 200.000 peregrinos asistieron a la Vigilia de oración que se celebró en el Circo Máximo de Roma y en la que participó también Benedicto XVI desde su estudio del Vaticano. Las celebraciones concluirán mañana con una misa en honor al nuevo beato que se celebrará en la Plaza de San Pedro y será presidida por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.
