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De profesión: pregonero

Francis marca un nuevo récord en el Maestranza por sus 27 años y su extenso currículo, con nada más y nada menos que 30 exaltaciones cofrades.

el 19 mar 2013 / 20:45 h.

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Francisco Javier SeguraMientras los niños de su edad jugaban al fútbol y querían ser pichichi de Liga, Francisco Javier Segura Márquez (Sevilla, 1985) soñaba con llegar a casa, abrir el cuaderno de los deberes y ponerse a escribir de cofradías. Allí, frente al escritorio, daba rienda suelta a su imaginación y recogía sobre el papel todos los sentimientos que le producía aquella humilde hermandad de San José Obrero que había en el barrio. Tenía entonces diez años y sin darse cuenta se había iniciado en el oficio de pregonero de Sevilla. Esta afición por la escritura quedaba confirmada en la adolescencia al ganar un certamen de poesía en el instituto. No habría que esperar mucho para ver a Francis delante de un atril. A los 16 años afronta con éxito su primer pregón en el Colegio Vara del Rey. Quienes tuvieron la suerte de escucharlo todavía recuerdan el famoso romance dedicado al Giraldillo. Desde su debut en 2002 hasta ahora no ha parado. Pregones de hermandades, exaltaciones en los pueblos, meditaciones... Tanto es así que este licenciado en Historia del Arte no atina a dar una cifra exacta de su obra, que se aproxima a la treintena e incluye el Pregón de las Glorias de Sevilla en 2009. En este sentido, sólo en el último año ha dado siete pregones. Eso sin contar la intervención de este mediodía en el Teatro de la Maestranza. Tener tantos pregones sobre la espalda le ha llevado a encarar el encargo de Semana Santa desde la más absoluta tranquilidad y confianza. Así, en su vocabulario no está la palabra nervios, pese a que con 27 años es el segundo pregonero más joven junto a José Joaquín Gómez González (1982); y haber reconocido que su perfil atípico, fuera de los cánones de los últimos años, le hace tener más cosas en contra que a favor. Quizás por ello es consciente de que se le mirará con lupa cada palabra y cada gesto, por lo que asegura haber renunciado a posibles innovaciones en su puesta en escena como barajó en un principio. Y es que Francis es un cofrade curtido en las hermandades de Gloria, en concreto, en la Divina Pastora de Santa Marina, corporación que considera su familia y en la que se siente como en casa. Precisamente en la capilla de la calle Amparo recibió su designación el pasado mes de octubre. A la Pastora debe su incursión en el mundo de las penitenciales, desembarcando en La Amargura y Los Javieres. Así, la primera vez que vistió la túnica fue en 2004 en Los Javieres. No oculta sus orígenes, de los que se siente muy orgulloso. Aun así cuenta con un vasto bagaje de vivencias vividas tanto a pie de calle como desde dentro de las hermandades. Aficionado a coleccionar tazas y sudaderas turísticas y gran devorador de libros y documentos relacionados con Sevilla, el arte y sus cofradías, este joven es además organista del coro Sochantre Hispalense, que se dedica a amenizar celebraciones religiosas. Esta faceta de músico le ha permitido rescatar numerosas coplas de hermandades y la misa de Antonio Feo dedicada a su Divina Pastora de Santa Marina. Durante estos meses de designación y demás actos protocolarios, ha compaginado los ensayos en el coro con los cursos del Máster de Educación Secundaria, donde ha dado clases en el instituto Llanes. Allí, en las aulas, ha contado con uno de los apoyos más sinceros: el de sus alumnos, que presumen de tener como profesor al pregonero de la Semana Santa de Sevilla. Pese a todo esto, aún tiene tiempo y ganas para colaborar en boletines y publicaciones de hermandades. Sencillo y respetuoso con todos, Francis es fiel a sus amistades de la infancia, en especial a la que le une a Álvaro Martín González, hermano también de la Pastora de Santa Marina, con él impulsó la actividad en la hermandad de Nuestra Señora del Mar de la iglesia de la Misericordia. Le gusta disfrutar de los desfiles procesionales y también de participar en ellos. Esta Semana Santa lo veremos estrenándose de nazareno con su Virgen de los Dolores de San José Obrero, de acompañante del preste tras el palio de la Amargura el Domingo de Ramos y de pavero en Los Javieres, además de cangrejero en más de un paso de palio. Pasado el día de hoy, Francis espera retomar su vida normal, asumiendo las críticas y haciendo lo que mejor se le da desde pequeño: recoger en versos las vivencias cofrades allá donde le reclamen.

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