¿Siempre ha soñado con una casa con vistas al mar pero el bolsillo no le da para tanto? Puede que una autocaravana no sea lo mismo pero hay quien la ha convertido en el destino ideal para sus vacaciones. ¿Quiere saber por qué?
Si no soporta el tacto de las sábanas de los hoteles, odia tener que abandonar el apartamento de la playa a las doce en punto o, simplemente, está harto de tener que planificar hasta el último minuto de su viaje, puede que tenga corazón de autocaravanista y aún no lo sepa. Así, con la casa a cuestas, pasan sus vacaciones muchos sevillanos y cada vez son más los que encuentran más ventajas que inconvenientes en eso de recorrer el mundo sobre cuatro ruedas, dormir en apenas unos pocos metros cuadrados y, sobre todo, sentirse algo más libres.
Así es para Francisco Javier Bonilla, que ya con seis años soñaba con tener una autocaravana. A los 42, este vigilante de seguridad puede presumir -y presume-, de que sus hijos "no han montado nunca en avión y conocen más de una docena de países". Marruecos, Holanda, Suiza, Alemania,... Con cada viaje una aventura que viven a bordo de su autocaravana porque "te da libertad, conoces mejor los sitios y es mucho más barato".
Francisco siempre anima a los principiantes a que prueben a alquilar -unos 150 euros al día de media- antes de comprarse una. "Es una inversión grande que no suele bajar de los 30.000 euros y es importante comprobar que toda la familia va a estar a gusto viajando así", dice.
Aunque puede conducirse con el mismo carné que autoriza a llevar turismos, vivir en una autocaravana -aunque sea por unas semanas- requiere de ciertos conocimientos muy básicos pero que pueden evitar que se fastidien sus días de descanso. Por ejemplo, es bueno que sepa que, de media, una autocaravana consume el doble de combustible que un turismo y que está prohibidísimo circular mientras alguno de los pasajeros duerme, se lava los dientes o se fríe un huevo -que todo eso y más se puede hacer en un vehículo de estos-. Importante es también saber el tiempo que podría vivir en ella sin tener contacto con la civilización y aunque la tuviera aparcada en el mismísimo desierto. "Con todas los complementos y estacionada puede tener una autonomía de hasta tres días", dice Francisco.
Frigorífico, cocina, agua, luz, calefacción y el resto de comodidades que podría tener en un loft. Estos vehículos, además, son cada vez más sostenibles porque llevan placas solares para generar electricidad, incluyen un circuito cerrado para las aguas grises y no emiten más gases que cualquier otro.
Si, a pesar de todo, sigue prefiriendo el hotelito a pie de playa lo mismo lo que puede ahorrarse -hasta la mitad, según algunos aficionados a la autocaravana- le convence. "Al final lo que más gastas es en gasolina porque el resto es como si estuvieras en casa y la plaza en el parking no suele ser cara", asegura Jesús García, un arquitecto de 38 años que reside en Marchena y que hace cuatro años que pasa sus vacaciones en una autocaravana. Eso sí, se queja de que "en España estamos muy atrasados en este tema y mientras aquí hay unas 70 áreas para autocaravanas en Francia son más de 3.000". Al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, dice, aquí se sigue viendo como un "turismo cutre" a pesar de que los autocaravanistas suelen ser "mayores de 35 años, con un nivel adquisitivo alto y muy respetuosos con el medio ambiente".
Sumarse a este tipo de turismo tiene sus pros y sus contras pero seguro que tal y como están las hipotecas más de uno se plantea mudarse a una autocaravana con vistas al mar.
